En la mañana de este martes fue asesinado en una playa de la isla de Barú, Cartagena, el fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien disfrutaba de su luna de miel junto a su esposa, la periodista Claudia Aguilera.

Hace apenas una semana Pecci se había casado con Aguilera, quien minutos antes de que su pareja fuera asesinada por dos hombres que se desplazaban en una moto acuática, subió una foto en Instagram en la que anunció su embarazo.

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Ante este lamentable suceso se abrieron diversos interrogantes sobre la seguridad del fiscal, posibles amenazas que tuviera en su contra y quiénes están detrás del ataque. Sobre esto se pronunció Sandra Quiñónez, fiscal general de Paraguay.

La funcionaria declaró en diálogo con Blu Radio que se está trabajando en la hipótesis de que hubiera sido seguido desde Paraguay hasta Colombia por sus atacantes. Según contó, Pecci “manejaba él mismo todo su sistema de seguridad”, además de que “siempre fue apoyado por las fuerzas públicas en cuanto a medidas de seguridad”.

“En algún momento [Pecci] tuvo que afrontar algunos tipos de amenazas que había sabido manejar muy bien, tomando las precauciones propias de su trabajo”, expresó la fiscal.

Quiñónez explicó, además, que Pecci “quiso disfrutar de la privacidad de la nueva vida que estaba empezando”, pues hace pocos días se había casado y junto a su pareja estaban esperando un bebé.

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Sobre la investigación del caso, el general Jorge Vargas, director de la Policía Nacional de Colombia, viajó a Cartagena para conocer detalles del suceso y manifestó que se designaron cinco funcionarios del equipo de homicidios de la Dijin para empezar las investigaciones y esclarecer lo ocurrido.