Este fin de semana, el empleado de la narcofinca formuló graves denuncias contra el exdiplomático, involucrándolo directamente con las actividades ilícitas de la finca ubicada en Guasca, Cundinamarca.

Martínez sostuvo que Sanclemente sabía de todo lo que pasaba en su propiedad e incluso dijo que sin su autorización “no se hacía nada”, que “fue el que dio la orden” y que alguna vez incluso estuvo en el lugar supervisando lo que se hacía.

Al hablar de pruebas el hombre cuenta que el exembajador quemó un computador que contenía el material que lo involucraría, pero también habla de un celular en el que habría audios y mensajes que lo comprometen. Eso sí, comenta que en ese material Sanclemente se refiere a los narcóticos como cultivos de papa.

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Es al respecto que Sanclemente se manifestó sorprendido, en diálogo con La W, calificando tales señalamientos como “pura infamia” y diciendo que “no tienen cómo demostrar absolutamente nada”:

“Son tan torpes los mayordomos, con auspicio de su abogado, que pretenden insinuar que yo hablaba en clave haciendo uso del término ‘papas’“, dijo a la emisora, negando también que hubiera un contrato por el trozo de terreno donde se encontraba el laboratorio.

También reconoce haber estado de visita en su propiedad, pero no supervisando la producción de droga y tampoco en las fechas de las que habla el mayordomo: “Por supuesto que visitaba los cultivos, que están a la luz de cualquier visitante. Durante mis visitas velaba por el cuidado de mi finca”, aclaró.

El exembajador concluye que es Laureano Martínez el que “se tuerce, y autoriza y propicia estos laboratorios”, lamentando que “a veces los medios de comunicación les creen más a los bandidos que a la gente de bien”, por lo que considera que ha sido “sometido a un mal trato mediático”.