El presidente Iván Duque viajó a la urbe fronteriza con Venezuela, desde donde rechazó el “ataque (…) terrorista, en un video enviado a medios.

Según el mandatario conservador, el FBI apoyará la investigación del atentado con carro bomba contra la base en donde se encontraban soldados estadounidenses apoyando la lucha contra el narcotráfico.

El ministro de Defensa, Diego Molano, informó más temprano que “36 personas” resultaron heridas en dos explosiones sufridas en la tarde en la brigada 30 del ejército. Dos de ellas son civiles que están fuera de peligro, mientras que tres militares sufrieron graves lesiones.

“La hipótesis inicial es que el Eln está detrás de este acto demencial y vil”, pero también es “materia de investigación” la posible participación de rebeldes de las Farc que se marginaron del pacto de paz de 2016, añadió Molano.

Según detalló el ministerio de Defensa en un comunicado, hacia las tres de la tarde dos personas se infiltraron en la base a bordo de una camioneta Toyota blanca, haciéndose pasar por funcionarios públicos luego de una revisión demasiado superficial del vehículo.

Luego activaron dos explosiones en el vehículo que afectaron la brigada. Ya hay fotos del conductor del vehículo cargado de explosivos.

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“No hay reportes de heridos serios” entre los militares estadounidenses presentes al momento del estallido, indicó la embajada estadounidense en Twitter.

Periodistas de la AFP grabaron y fotografiaron a varios de los heridos que entraban en una clínica cercana al lugar de los hechos.

Región en disputa

El Ejército de Liberación Nacional (Eln), última guerrilla reconocida en Colombia, no se ha pronunciado sobre el ataque.

Cúcuta es la capital del departamento de Norte de Santander, donde se enfrentan el Eln; los Pelusos, remanentes de una insurgencia maoista desmovilizada; disidentes de las Farc y numerosas bandas de narcotraficantes.

Los grupos armados se disputan el control de 41.000 hectáreas de hoja de coca en la región, importante ruta de contrabando hacia Venezuela y el Caribe.

Duque rompió en 2019 las negociaciones que venía sosteniendo su antecesor Juan Manuel Santos con el Eln tras el acuerdo que desarmó a la extinta guerrilla Farc tres años antes.

El mandatario se apartó de las conversaciones a raíz de un ataque con coche bomba de la insurgencia contra una escuela de cadetes, en el sur de Bogotá, que dejó 22 estudiantes muertos, además del agresor.

Aunque el acuerdo de paz con las Farc redujo la violencia política, Colombia atraviesa un conflicto que en casi seis décadas deja más de nueve millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.