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En Cali, el pasado domingo 11 de agosto, la Fiscalía General de la Nación judicializó a Miguel Ángel Parrado Amado y a su hermana, Luisa María Parrado Amado, por presunta responsabilidad en el delito de maltrato animal.
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Según la investigación, Miguel Ángel, quien se hacía pasar por veterinario, habría realizado procedimientos quirúrgicos improvisados que pusieron en riesgo la vida de varios animales, mientras que su hermana facilitaba estas prácticas al administrar la clínica donde ocurrieron algunos de los hechos.
Las investigaciones, lideradas por una fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), revelaron que entre mayo de 2020 y marzo de 2024, Miguel Ángel Parrado habría practicado al menos cuatro procedimientos médicos y quirúrgicos que atentaron contra la vida y la integridad de los animales.
Uno de los casos más graves se registró el 30 de julio de 2021, cuando Parrado, empleado de una clínica privada en ese momento, acudió a una urgencia domiciliaria para tratar a un cachorro llamado Thor.
El falso veterinario diagnosticó erróneamente la presencia de un objeto extraño en el organismo del animal y, sin las medidas de salubridad necesarias, realizó una operación en la sala de la vivienda. Esta intervención negligente resultó en la muerte del cachorro.
Más casos reportados
Otro incidente investigado ocurrió el 3 de marzo de 2024, en una clínica veterinaria creada por los hermanos Parrado. En este caso, una gata llamada Arkana fue llevada a la clínica con una fractura en una pata.
#ATENCIÓN l Una fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal, #Gelma, logró la judicialización de Miguel Ángel Parrado Amado, quien presuntamente realizaba procedimientos veterinarios en Cali sin tener título profesional ni la idoneidad para hacerlos. pic.twitter.com/FnFVkI3wWH
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) March 10, 2024
Miguel Ángel Parrado, en lugar de utilizar los materiales adecuados, empleó una broca metálica de construcción para intentar unir el hueso fracturado, lo que provocó graves daños en los tejidos y tendones de la felina, obligando a la amputación de la extremidad.
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Por estos hechos, la Fiscalía ya había imputado a Miguel Ángel Parrado Amado en marzo de 2024 por el delito de falsedad en documento público, al haberse hecho pasar por veterinario sin contar con los estudios necesarios.
Estos hechos destacan la importancia de la vigilancia y control en el ejercicio de profesiones relacionadas con la salud y el bienestar animal, y refuerza el compromiso de las autoridades en la lucha contra el maltrato animal.
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