La explosión que se presentó sobre las 4:35 p. m. del pasado miércoles 22 de mayo dejó como consecuencia una persona muerta (una mujer con dos hijos) y más de 30 heridos que fueron trasladados a centros asistenciales cercanos.
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Soacha fue testigo de una de las emergencias más graves de los últimos tiempos, por cuenta de las llamas que consumieron la polvorería El Vaquero y que crearon un verdadero caos en esa zona por varias horas, además de la afectación a más de 500 predios vecinos.
Uno de los testimonios que más causó impacto fue el de un trabajador de ese empresa, identificado como David Buitrago, encargado del área de almacenamiento de la bodega.
Buitrago le comentó a El Tiempo que la onda expansiva lo tiró al piso: “La bodega se llenó de humo por todas partes y vi una llamarada gigante, lo que hice fue correr y cuando salí, explotó, estaba como a dos metros”.
“Salí con el pelo chamuscado, yo creo que me quemé un poco la cara, pero me encuentro bien”, afirmó el empleado de la polvorería.
El trabajador, entre el fuego, usó un pañuelo para taparse la cara y evitar inhalar las toxinas en el aire. El hombre, además, sintió temor por la suerte que pudiera correr su hermana, quien también trabaja en el lugar, y sus otros compañeros.
Su escapada de las garras de las llamas fue como de película, porque al intentar salir de la bodega “se prendieron unos residuos de pólvora del suelo”, razón por la que tuvo que botarse “por un muro muy alto”. El infortunio de Buitrago durante la emergencia también hizo que perdiera su moto, pues el vehículo estaba parqueado frente al almacén y la explosión terminó por destruirla.
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