“¿Será capaz Santrich de entender que los señalamientos de narcotráfico y, ahora, su sospechosa desaparición hacen daño (y mucho) a un proceso que viene debilitado?”, insiste Calvás en su columna de este martes, a propósito de la inexplicable evasión de Seuxis Paucias Hernández, verdadero nombre de alias ‘Jesús Santrich’, este fin de semana.

Para Calvás, si bien se ha señalado muchas veces al expresidente Álvaro Uribe, a su Centro Democrático y a otros sectores políticos de atacar los acuerdos de paz, “algunos exjefes de Farc […] se han convertido en peores enemigos del proceso de paz. Incluso más que los mismos políticos del uribismo”.

'Jesús Santrich'

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En ese sentido, recuerda los casos de ‘Iván Márquez’, el ‘Paisa’ y ‘Romaña’, que “decidieron desaparecer (literalmente) sin dejar mayor rastro, con la excusa de que no había garantías para ellos en el regreso a la vida civil”.

“Es triste ver cómo estos exjefes guerrilleros (aunque uno ya no sabe si decirles exjefes), a quienes les ofrecieron todo servido en bandeja de plata para reintegrarse a la sociedad, desaprovecharon la oportunidad”, lamenta Calvás. “Es triste ver cómo ellos mismos se han encargado de restarle legitimidad a un proceso que desde el comienzo ha recibido infinidad de críticas y contaba con la verdadera buena voluntad de esos jefes de Farc para generar la confianza necesaria”.

También lamenta que “los grandes ganadores del proceso, los jefes guerrilleros, que no solo quedaron con curul en el Congreso y unas muy generosas garantías judiciales, sino que además, con la tarea máxima de proteger la paz firmada, hoy son sus grandes enemigos. ¡Lástima por Colombia! Porque al paso que vamos serán más y más los que se sumarán para decir que este proceso de paz salió mal. ¡Gracias, Santrich!”.

Iván Duque

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El editorial de El Espectador, sin embargo, recomienda separar los temas de ‘Santrich’ y de la paz. “El comportamiento desafiante y arrogante que Santrich ha venido expresando desde las negociaciones en La Habana y posterior a la firma del Acuerdo de Paz no debería opacar el cumplimiento que tantos otros excombatientes han hecho de lo pactado. […] Santrich no es la paz y […] el país debe separar ambos debate”, dice el diario bogotano.

“Dadas todas las garantías que el Estado colombiano y en particular sus cortes le han dado a Santrich, este comportamiento es a todas luces inaceptable”, agrega el editorial de El Espectador. “[…] No podemos olvidar a los miles de excombatientes que le han seguido apostando a la paz, a la institucionalidad y a integrarse a la sociedad colombiana. En ellos está la opción de construir una mejor Colombia”.