Ante el nivel de las menciones sobre Tapia, parece ser cuestión de tiempo para que la Fiscalía General de la Nación lo llame para explicar si estuvo o no vinculado al caso en el que se embolataron unos 70.000 millones de pesos y que afectó a los niños de las zonas más alejadas del país.

De acuerdo con El Tiempo, el empresario estaría ubicado “en el trámite de las garantías”. Además, el diario menciona que hubo aparentes reuniones  entre Tapia y el empresario Jorge Molina, también mencionado desde que se comenzó a develar el reciente escándalo de corrupción.

Es más, hace poco, la representante Katherine Miranda mencionó que la sombra de Tapia estaba involucrada en el escenario. La congresista señaló que entre las empresas que formaron la unión temporal detrás del escándalo hay una compañía llamada ICM.

Miranda, en su momento dijo que ICM es una empresa “bastante cuestionada […] que no tiene absolutamente ninguna relación con las tecnologías”.

“ICM es una empresa que le pertenecía al cuestionado exgobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz. Casualmente se le vende a la sombra, dos meses antes de adjudicar este gran contrato, a Emilio Tapia, que empieza a colocar unos nombres rarísimos”, expuso la legisladora.

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Ante la versión de El Tiempo, en la que señala que el contratista será llamado por el ente acusador, Tapia le mandó una carta a ese diario para decir que no tiene que ver con el escándalo que le costó el puesto a Karen Abudinen.

En primer lugar, asegura que no tiene relación con el señor José Fernando Lorduy Fernández, vinculado a Intec de la Costa, otra de las empresas que integran la unión temporal. El Tiempo apunta que dicho individuo es “señalado como excuñado de Tapia”.

“No conozco a nadie que responda a ese nombre”, manifiesta Tapia en su carta.

De otro lado, aseguró que no se reunió con Jorge Molina para influenciar las garantías para Centros Poblados. También negó que las supuestas reuniones se hubieran desarrollado en El Tablazo (en Rionegro, Antioquia) o en el restaurante Harry Sasson, en Bogotá.

Finalmente, sostuvo que todas las afirmaciones que lo vinculan al caso son “inverídicas” y que su mención le ha causado “una honda afectación a la tranquilidad”, que también ha perjudicado a su familia.