Con frases como “dejen de desinformar” y otras graves acusaciones, el presidente Gustavo Petro se ha situado casi que en una posición mesiánica en la que establece qué es verdad y qué no lo es en su relación con la prensa en Colombia. Incluso, hace poco hizo una gravísima acusación contra un medio de comunicación, pues con micrófono en mano y desde la Plaza de Bolívar aseguró que “Semana ordena y el CTI obedece”.
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De hecho, el mandatario cita y comparte a esos mismos medios cuando, en el equilibrio informativo básico del periodismo, reconocen sus logros (no es tan amable cuando le señalan sus errores).
Pese a que pregona garantías para la libertad de prensa, las posturas de Petro lo sitúan al lado de conservadores radicales que hallan en el control y censura de los medios la libertad para difundir solo lo que les conviene.
Eln se une al coro a Petro y ataca a los medios de comunicación
Incluso, su discurso ha llegado al nivel de que ha sido reproducido por el Eln. Ese grupo armado coincidió con la mirada que tiene Petro sobre los medios y publicó un artículo en la revista Voces en la que desde la imagen se ve cuál es la intención que tienen con la prensa del país. De hecho, lo titularon como ‘Sicariato mediático’.
La imagen del texto es una fotografía de una pistola con el logo de Semana en la empuñadura y unas balas que llevan las letras de “fake news”, lo que es una clara amenaza no solo a esa revista, sino a quienes ejercen el periodismo y hacen parte de los medios de comunicación en Colombia.
El Eln ratifica su postura descalificando la labor de la prensa y la importancia que tiene para cualquier democracia: “Como sociedad, hemos permitido demasiada injerencia a los medios de comunicación, que hace mucho dejaron de ser agencias informativas para convertirse en empresas manejadas por los emporios económicos, con el objetivo de manipular y construir opiniones favorables al régimen”.
Además, como si fuera poco el ataque, dice que los medios intentan impedir las reformas que el Gobierno impulsa en el Congreso, donde tienen mayorías y hay bancadas de todos los sectores políticos, en un espacio que se supone es independiente y con múltiples voces.
“La estrategia de la oligarquía y el régimen es un ataque direccionado desde diferentes flancos, por un lado neutralizan la gobernabilidad de Petro bloqueando los proyectos de ley que cursan en el Congreso; por otro lado, crean noticias falsas y manipulan los hechos irregulares que vinculan a funcionarios del Gobierno para achacarlos a Petro y socavar el apoyo popular, que quedó demostrado en la pasada movilización del 7 de junio”.
Finalmente, lo más grave no paró ahí: el texto finaliza con un clamor propio de cualquier dictadura, que es someter la libertad de prensa al Gobierno de turno y lo que le beneficie.
“Esto nos deja claro la urgencia de la democratización de los medios de comunicación y la masificación y consolidación de los medios alternativos, para fortalecer la democracia y romper el monopolio que las empresas de comunicación han impuesto, buscando evitar que la sociedad se movilice por las transformaciones que el país necesita”.
El Eln cita a Joseph Goebbels, que manejó la propaganda de Adolf Hitler entre 1933 y 1935, y replica su tesis: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Eso ha terminado por ser cierto, y lo refrendan todos los días los cabecillas de esa guerrilla que también niegan constantemente el reclutamiento forzado de niños y el secuestro, entre otros delitos de lesa humanidad, para construir la ‘verdad’ que ofrecen como cierta.
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