El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El Ejército Nacional anunció la captura de alias “Tatareto”, considerado el segundo al mando y mano derecha de alias “Primo Gay”, líder de la estructura 36 de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), bajo la dirección de alias “Calarcá”. Esta estructura opera en el norte de Antioquia y se encuentra entre las más activas delictivamente en la región. La operación se desarrolló mediante la coordinación del Batallón de Artillería de Campaña 4 de la Cuarta Brigada, en colaboración con la Policía Nacional, en el corregimiento Travesías, jurisdicción de Briceño.
Durante el procedimiento, también fue capturado alias “el Gordo”, presunto integrante y hombre de confianza de “Tatareto”. Ambos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación junto con un arma de fuego y municiones confiscadas durante el operativo. De acuerdo con informes de inteligencia militar destacados por El Espectador, “Tatareto” cuenta con más de diez años como parte del grupo armado ilegal, durante los cuales se le atribuye participación en actos de intimidación, extorsión, control territorial y desplazamientos forzados en municipios como Briceño, San Andrés de Cuerquia y Yarumal.
Las autoridades afirman que alias “Tatareto” estaría implicado en recientes desplazamientos masivos en Briceño, hecho en el que, según el Ejército, un campesino que había regresado a su finca para alimentar su ganado fue asesinado. Las tropas también lograron el rescate de un habitante de la región que, conforme a las investigaciones, se encontraba secuestrado por la estructura armada.
La información recopilada por el Ejército y la Policía sugiere que los capturados estaban vinculados a amenazas y extorsiones contra empleados y contratistas del proyecto hidroeléctrico Hidroituango. Este tipo de intimidaciones buscaba el pago de sumas de dinero a cambio de permitir el desarrollo normal de las obras. Además, estarían relacionados con la instalación de artefactos explosivos improvisados en la vía entre Travesías y El Hoyo, con la intención de atacar a las fuerzas de seguridad que custodiaban la zona.
Otra acción atribuida a alias “Tatareto” fue su participación en el atentado con explosivos contra la infraestructura del proyecto hidroeléctrico de Chorreritas, en San Andrés de Cuerquia, luego de que la organización ilegal no recibiera pagos extorsivos exigidos a los contratistas. Según el Ejército, estos hechos forman parte de la ofensiva contra la estructura 36, facción integrada en el Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF) y considerada crucial por su influencia sobre corredores estratégicos para el tráfico de drogas y minería ilícita en el norte de Antioquia y el Bajo Cauca.
La estructura liderada por alias “Primo Gay” también es señalada como responsable del ataque a un helicóptero de la Policía en la vereda Los Toros, municipio de Amalfi, donde murieron 13 uniformados mientras cumplían labores de erradicación de cultivos ilícitos. Según la Defensoría del Pueblo, los municipios de Amalfi, Anorí, Vegachí, Remedios y Segovia figuran entre las zonas de mayor riesgo en el nordeste antioqueño debido a la presencia de grupos armados ilegales, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), que han establecido alianzas para disputar el territorio al Clan del Golfo.
¿Cuál es el papel de las estructuras armadas residuales como la estructura 36 en la seguridad regional?
Esta pregunta cobra relevancia en el contexto de los recientes operativos y capturas en el norte de Antioquia, en donde la estructura 36 de las disidencias de las Farc, bajo distintos liderazgos, ha mantenido una influencia persistente en el control territorial y en actividades delictivas que afectan la seguridad de la población civil. De acuerdo con la información contenida en los reportes del Ejército y el seguimiento de medios como El Espectador, la actuación de estas facciones armadas incide directamente en la estabilidad y el desarrollo de proyectos estratégicos para la región.
La presencia de estructuras armadas residuales condiciona no solo la vida cotidiana de las comunidades, sino también el avance de iniciativas estatales y privadas destinadas al progreso local, como los proyectos hidroeléctricos mencionados. El enfrentamiento entre distintos actores armados y la disputa por corredores estratégicos intensifican los riesgos para los habitantes y las fuerzas públicas, situación que continúa siendo un reto prioritario para las autoridades de seguridad y justicia en los municipios señalados.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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