En entrevista con W Radio el director de ese instituto, Carlos Eduardo Valdés, afirmó que durante la inspección al cadáver de la pequeña se encontraron 11 heridas que afectaron unos órganos vitales.

Sin embargo, en los resultados de la necropsia no se hallaron evidencias de agresiones sexuales, por lo que se descartaría que el ataque haya sido por resistirse a un abuso.

La niña fue asesinada dentro de su vivienda en la madrugada de este domingo (10 de junio), en el barrio Zarabanda del sector de Gaira (Magdalena), y las razones del crimen aún son inciertas.

Por el hecho, en la tarde de ese mismo día, la Sijín de la Policía capturó a Gilberto Luna Parra, un pescador de 45 años vecino de la menor, porque presuntamente le encontraron manchas de sangre en la ropa que lo involucraban en el feminicidio.

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El hombre fue puesto a disposición de un juez de la capital del Magdalena, que en la noche del lunes lo envió a una cárcel por su supuesta participación en el asesinato de la menor. Sin embargo, en la madrugada del martes, Luna Parra fue hallado ahorcado dentro de una celda del CTI de la Fiscalía.

Mientras los familiares del acusado han insistido en que Luna Parra era inocente, los padres de la niña muerta han preferido mantenerse en silencio sin lanzar acusaciones de quiénes serían los responsables del brutal asesinato.