El 4 de septiembre de 2022, a la casa del abogado y defensor de derechos humanos, César Fernández, llegó una amenaza directa contra su vida. Una corona fúnebre, hecha con crisantemos amarillos, llegó a su residencia acompañada de un mensaje que decía “Descansa en Paz César Fernández”.

La corona se la enviaron después de que Fernández hubiera denunciado varias llamadas amenazantes en las que le reclamaban por su trabajo como defensor de derechos humanos y ambientales.

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Tras 10 años de labor en lo que él llama “una vocación desde nacimiento”, Fernández recibió una llamada que marcaría el inicio de las amenazas que las que ha sido objeto en el último año.

“Hace 10 días recibí una amenaza por vía telefónica donde se identificaron con un grupo al margen de la ley diciéndome que dejará de ser sapo, que si continuaba me iban a matar, que esta vez sí era en serio”, aseguró el abogado samario.

Fernández le contó a este medio que recibir esta corona, que representa una amenaza copiada a las que realizaban los narcotraficantes en la década de los 80, despertó en él una zozobra y una angustia por el peligro inminente que tiene él, si no también su núcleo familiar. Por esto, la Fiscalía General emitió una medida de protección en favor de este abogado, medida que según él no se ha visto que se ponga en práctica. “No he recibido acompañamiento, no he recibido la primera visita de la policía”, aseguró Fernández.

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Fernández es recordado por ser uno de los abanderados del caso de la desaparición de dos menores de edad en el corregimiento de Minca, en Santa Marta.

Alit David Sánchez y Alberto Cardona llevan más de tres años desaparecidos, tiempo en el que César Fernández lleva presionando a través de movilizaciones para que las autoridades los encuentren. El 30 de noviembre de 2020, un grupo de ciudadanos se movilizaron hasta la alcaldía de Santa Marta para exigirle a las autoridades que continúen con la investigación. Fernández asegura que su participación en estas denuncias puede ser lo que haya causado las amenazas.

“Este año cumplen cuatro años de su desaparición y las investigaciones no muestran la primera captura, ni hay resultados concretos de esta investigación. El expresidente Iván Duque en su momento le aseguró a los padres que trabajaría de manera incansable para que los niños aparecieran y retornaran a su hogar. El presidente ya salió de su cargo y se fue dejando a estas madres con el dolor y el corazón en la mano”, afirmó Fernández.

 

Sobre la gestión que han realizado las autoridades sobre las denuncias de amenazas contra él, el abogado asegura que la negligencia es protagonista.

“La Fiscalía tomó nota atenta de las dos denuncias que interpuse en los días anteriores. Tuve un acompañamiento muy oportuno por parte de ellos, por parte de la Policía. A pesar de este primer momento, a la fecha el día de hoy no han pasado la primera visita en mí en mi lugar de residencia. Esto sobre la medida de protección que me emitió la Fiscalía por la amenaza en mi contra como defensor de derechos humanos”, contó el abogado.

Aparte del caso de la desaparición de los dos menores, Fernández ha realizado una labor importante denunciando la inseguridad y la “masacre ambiental” que se vive en Santa Marta. “He venido haciendo denuncias ambientales como es el caso de la falta de alcantarillado en el corregimiento de Minca donde ciertos hostales, propiedades que se encuentran en la ribera del río, tiran aguas negras al caudal hídrico, ocasionando una masacre ambiental y poniendo en riesgo la vida de visitantes y los habitantes de la región” finalizó Fernández.

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Este abogado finalizó contando que hay personas que tratan de no levantar la voz por miedo a las consecuencias y por los riesgos de seguridad que eso puede traer. Esto fue lo que hizo que se dedicara a defender a las personas que, según él, “tratan de ser invisibles por la criminalidad que azota al país, no solo en estos momentos sino a través de la historia de Colombia”.