
Las autoridades judiciales en Bogotá siguen adelantando la investigación sobre el atentado contra Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, ocurrido el pasado sábado cerca del parque el Golfito, en el barrio Modelia, en el occidente de la ciudad. La atención de los investigadores se ha concentrado en la identificación de un vehículo Chevrolet Spark de color gris, considerado ahora un elemento fundamental para esclarecer los hechos, según ha informado El Tiempo.
De acuerdo con los videos mostrados por Noticias Caracol, durante la tarde del miércoles 11 de junio, agentes de la Dijín, vestidos de civil, estuvieron recuperando grabaciones de cámaras de seguridad instaladas en los alrededores del sector donde se registró el atentado. Los uniformados buscaban especialmente las imágenes captadas por las cámaras de dos establecimientos comerciales —uno de ellos ubicado en un segundo piso—, cuyos registros permitirían rastrear el desplazamiento del Spark gris implicado.
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Las imágenes obtenidas muestran que el sicario, un menor de 15 años, llegó en motocicleta a las inmediaciones del parque, y posteriormente huyó en el Chevrolet Spark junto con otras personas. Según los videos que tuvo acceso el citado noticiero, del vehículo descendieron luego un hombre y una mujer, dejando en evidencia que el adolescente no actuó solo.
Precisamente, un día después de conocerse dichas grabaciones, el citado impreso confirmó que el menor empezó a colaborar con las autoridades, entregando detalles sobre el rol del Spark gris y sobre la persona conocida como “el man de la olla”, presuntamente uno de los cabecillas del microtráfico en la localidad de Santa Fe. Según la versión revelada, el adolescente atravesó por el programa gubernamental Jóvenes en Paz, pero tiempo después habría sido contactado para ejecutar el atentado, por el que se le ofrecieron cerca de 20 millones de pesos.
La implicación del Spark gris permite reconstruir buena parte de la logística empleada para el ataque, identificando los movimientos, puntos de espera y posibles rutas de escape de la estructura criminal involucrada. Este tipo de vehículos, de gran circulación en la ciudad, presenta un desafio ya que no se ha podido identificar con exactitud las placas para su identificación.
La investigación también apunta a la participación de al menos cinco personas en la planeación y ejecución del atentado: el adolescente de 15 años, la mujer, los cuatro hombres observados por las cámaras y otros cómplices. El trabajo de las agencias de inteligencia y la recolección sistemática de pruebas digitales y testimoniales serán claves para desarticular el grupo y prevenir futuros hechos similares.
En los archivos revisados por el citado diario se establece que el joven fue reportado en 2022 ante una comisaría de familia. Un pariente suyo alertó en esa ocasión que el menor sufría maltrato físico y psicológico, presuntamente por parte de un allegado y la pareja de este. Tales reportes, incluidos en documentos oficiales, evidencian que los entornos familiar y social del joven ya presentaban señales de alerta previas al hecho violento contra Uribe Turbay.
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Adicionalmente, el mismo año, el colegio en el que estudiaba envió una notificación oficial donde se informaba que el adolescente había agredido a un compañero. Este comportamiento agresivo también quedó consignado en una segunda alerta emitida por la institución educativa, lo que motivó seguimiento por parte del centro escolar y las autoridades competentes, según el informe periodístico.
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