Por: Portal Bogotá

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 26, 2025 - 6:14 am
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La escultura monumental titulada "Dándole peso a unos besos", obra del artista colombiano Iván Argote, se presenta en la Plazoleta del Rosario de Bogotá hasta noviembre de 2025 como un ejercicio artístico y político de resignificación del espacio público. Construida en homenaje a la memoria colectiva, esta pieza —un monolito de seis metros recubierto por miles de besos con labial rojo estampados por el propio Argote y los visitantes— reconfigura el lugar exacto donde antes estuvo la estatua del conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada, derribada en 2021 por la comunidad Misak. Según la fuente original, para el pueblo Misak dicho monumento representaba un símbolo de opresión y muerte, marcando un pasado doloroso para diversos colectivos sociales en la capital colombiana.

La obra se inspira en una fotografía de 2012 donde Argote besaba insistentemente una piedra a orillas de un río en Supatá. Este gesto de cariño hacia un elemento duro, como la piedra, sirve al artista para proponer una reflexión sobre la historia, el afecto, el exilio y el duelo. Así, el monolito no solo ocupa un espacio físico en la ciudad sino que se convierte en un mecanismo simbólico para repensar los monumentos tradicionales y dar voz a relatos alternativos, en especial a aquellos históricamente silenciados. La memoria, bajo esta óptica, se transforma por medio de actos de ternura y resistencia en vez de perpetuar narrativas de poder o dominación.

El proyecto se vincula a la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG2025, actividad que busca reforzar la revitalización urbana y el compromiso ciudadano a través de expresiones artísticas. La Bienal incluye eventos como la "Besatón" del 7 de noviembre, donde la comunidad podrá apropiarse colectivamente del monolito mediante música y concursos, promoviendo la sanación y el encuentro. Esta propuesta se alinea con otras experiencias contemporáneas de arte público que exploran la reparación simbólica y fomentan la participación social en la transformación de la memoria común.

La trayectoria internacional de Argote toma especial relevancia en este contexto. Reconocido por proyectos que desafían las nociones tradicionales del monumento, el artista ha sido parte de eventos como la Bienal de Venecia 2024, ha sido nominado al prestigioso premio Marcel Duchamp y ha expuesto piezas en el Centre Pompidou (París) y el Guggenheim de Nueva York. Su trabajo denota una inclinación por el cuestionamiento de la historia, la política y la presencia de poder en los espacios urbanos, siempre desde un enfoque participativo e irónico.

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Las dinámicas que acompañan a la obra en Bogotá reflejan una tendencia global de revisión crítica acerca del rol de los monumentos en el espacio público. Investigadores y curadores, como Adriano Pedrosa —encargado de la Bienal de Venecia—, resaltan la importancia de estos diálogos simbólicos como vías para analizar legados coloniales y abrir debate sobre justicia histórica. Además, el derribo de la estatua de Jiménez de Quesada se ubica en el marco de movimientos internacionales que buscan resignificar la memoria colectiva y denunciar las narrativas hegemónicas, contextos también reportados por medios como The Guardian y National Geographic.

Datos clave para quienes deseen asistir: la exposición estará disponible del 20 de septiembre al 10 de octubre de 2025, con horarios entre semana de 12:00 a 19:00 horas y fines de semana de 14:00 a 18:00 horas. El acceso será libre y familiar, incluyendo la "Besatón" comunitaria el 7 de noviembre a las 16:00 horas. Con este tipo de proyectos se evidencia el auge en América Latina por transformar los símbolos históricos desde el arte inclusivo y la participación ciudadana, como señalan instituciones locales como el Museo de Arte Moderno de Bogotá y El Espectador.

¿Cómo ha impactado el arte público en los procesos de memoria en Bogotá?
En el contexto de la capital colombiana, el arte público se ha convertido en una herramienta vital para la reconstrucción y cuestionamiento del pasado. Espacios intervenidos por artistas y comunidades promueven el diálogo y la apropiación colectiva, permitiendo resignificar lugares asociados al dolor o la injusticia desde propuestas que fomentan el recuerdo, la inclusión y el intercambio cultural. Estas manifestaciones artísticas, como la escultura de Argote, contribuyen a crear nuevas formas de narrar la historia y abrir discusiones sobre la justicia y la memoria social.

¿Qué significa el concepto de "memoria colectiva" y por qué es relevante en las obras de arte contemporáneo?
La memoria colectiva hace referencia al conjunto de recuerdos, experiencias y relatos compartidos por una comunidad o sociedad. Es fundamental en el arte contemporáneo porque permite reconstruir, resignificar o cuestionar las ideas impuestas por relatos oficiales, incluyendo aquellas transmitidas por monumentos, celebraciones o discursos estatales. Obras como la de Argote abren espacios para que comunidades diversas puedan dialogar, recordar y transformar la historia desde una perspectiva afectiva y plural.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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