El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El testimonio presentado por María Alejandra Benavides ante la Corte Suprema de Justicia de Colombia ha destapado un presunto esquema de favorecimiento político y manejo poco transparente dentro de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). Según los señalamientos de Benavides, quien desempeñó una posición estratégica como enlace entre el Ministerio de Hacienda y el Congreso desde septiembre de 2023, esta estructura incluiría a figuras destacadas como los exministros Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco, así como al congresista Julio Elías Chagüi. Su declaración denuncia la existencia de un sistema interno de "cupos indicativos", el cual habría servido para la asignación discrecional de más de 28 mil millones de pesos en proyectos para Sahagún, Córdoba, bajo la apariencia de garantizar la gobernabilidad (El Espectador).
El concepto de “cupos indicativos” resulta fundamental en este contexto, ya que representa prácticas extraoficiales mediante las cuales ministerios y congresistas negociarían la distribución presupuestal a cambio de apoyo en decisiones legislativas, como la asistencia a quórums y votaciones clave. Esta dinámica, según descripciones aportadas por Benavides y avaladas por varios análisis citados, constituye una manifestación de clientelismo estructurado que afecta la transparencia de la función pública. Estudios regionales sobre corrupción como los de Transparency International en 2022 coinciden al destacar que tales prácticas informales de poder erosionan la gestión transparente del presupuesto y ponen en duda la legitimidad democrática.
El impacto de estas denuncias se amplifica ante el actual contexto de vigilancia sobre la Ungrd por supuestas anomalías en el manejo de fondos. Informes oficiales de la Procuraduría General de la Nación han advertido sobre patrones sistemáticos de corrupción y malversación que debilitan la capacidad institucional para responder ante emergencias y desastres naturales, afectando a poblaciones vulnerables de Colombia (Procuraduría, 2023).
Por otra parte, la declaración de Benavides resalta cómo la existencia de divisiones internas y prácticas opacas en las oficinas del Estado permite ocultar el verdadero funcionamiento detrás del manejo de proyectos y relaciones políticas. De acuerdo con análisis del Centro Latinoamericano de Investigaciones Periodísticas (CLIP), la falta de mecanismos claros de rendición de cuentas y la opacidad contribuyen a perpetuar ambientes donde la corrupción puede institucionalizarse. Herramientas de investigación desarrolladas por CLIP, como NINA, han demostrado la eficacia de rastrear complejas redes políticas y financieras a través de bases de datos públicas y privadas, ayudando a documentar fenómenos similares en la región (LatAm Journalism Review, 2024).




La ratificación del testimonio ante la magistrada Cristina Lombana pone de relieve la importancia que tanto la labor del periodismo investigativo riguroso como la acción judicial tienen en la exposición de redes de corrupción estatal. Según el Instituto Donald W. Reynolds de Periodismo de la Universidad de Missouri, la articulación entre testimonios sólidos, datos oficiales y reportajes independientes es esencial para desmontar estructuras de poder que comprometen la confianza ciudadana en las instituciones.
En definitiva, el caso presentado por María Alejandra Benavides representa más que una denuncia puntual: evidencia un patrón profundamente arraigado en la política latinoamericana, donde mecanismos informales y discretos buscan el control de recursos públicos para fines particulares. Entender la magnitud de estas acciones exige la consolidación de investigaciones judiciales minuciosas, la consulta de declaraciones oficiales y el apoyo de reportes periodísticos y expertos, como única vía para esclarecer el impacto de dichas prácticas sobre la democracia y el bienestar social en Colombia.
¿Qué son los “cupos indicativos” y cómo funcionan en el contexto colombiano? Los llamados “cupos indicativos”, según la declaración de Benavides ante la Corte Suprema y el seguimiento realizado por El Espectador, corresponden a acuerdos tácitos mediante los cuales congresistas reciben la potestad de sugerir o definir el destino de ciertos recursos públicos. Estos recursos suelen asignarse a proyectos locales bajo el pretexto de fortalecer la gobernabilidad, asegurando así respaldo legislativo a cambios o iniciativas importantes para el Gobierno. El mecanismo, aunque carece de formalización explícita en la ley, funciona como moneda política y representa, en opinión de analistas y organizaciones de transparencia, un canal de clientelismo que limita la rendición de cuentas y da paso a decisiones discrecionales en la distribución de los fondos estatales.
¿Qué consecuencias puede tener la falta de transparencia en la gestión de recursos de la Ungrd? La ausencia de transparencia en la administración de recursos por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, monitoreada críticamente por la Procuraduría y organismos periodísticos, genera múltiples impactos negativos. Entre los más evidentes se encuentran la pérdida de confianza ciudadana en las instituciones públicas y la ineficiencia en la respuesta a desastres naturales, ya que los fondos pueden desviarse de las necesidades urgentes hacia intereses particulares. Además, la reiteración de estos esquemas de corrupción en el sector público debilita la gobernabilidad democrática, pues institucionaliza prácticas que perpetúan redes de poder poco legítimas y dificultan el sano desarrollo social y económico del país.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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