El pasado fin de semana, un hombre identificado como Reinaldo José Krautz Visbal, de 37 años, fue hallado en dos costales en el patio de una casa del barrio La Bendición de Dios, del centro histórico de Barranquilla.

Ese lugar es un terreno de invasión donde hay casas de madera y sin pavimento en una zona que se ha convertido en un fortín de bandas delincuenciales durante años, dijeron las autoridades a medios en su momento.

La víctima perteneció al Ejército Nacional, se ganaba la vida como prestamista y pudo ser identificada gracias a un tatuaje en su torso que decía: “Familia, tal vez no tengamos todas las riquezas del mundo, pero juntos lo tenemos todo”, indicó El Heraldo.

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Las autoridades indicaron que la muerte de Krautz Visbal, al parecer, fue ordenada por Digno Palomino, alias ‘Dino’, y Jorge Eliécer Díaz, alias ‘Castor’, cabecillas de la banda criminal ‘Los Costeños’, a la que estaría vinculado, según información de inteligencia citada por el diario regional.

Por eso, el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, y el comandante de la Policía, general Mariano Botero Coy, anunciaron que la recompensa para quien entregue información que conduzca a la captura de estos hombres aumentó de 30 a 50 millones de pesos.

Además, fue creado un Puesto de Mando Unificado para coordinar acciones que permitan obtener resultados inmediatos y contundentes.

El último caso similar en la ciudad se registró en noviembre de 2017. Sin embargo, con el hallazgo del cuerpo de Krautz Visbal, la Defensoría del Pueblo en el Atlántico emitió una alerta sobre lo que considera “una práctica criminal de desmembramiento de víctimas de desaparición forzada y homicidios que vienen presentándose en Barranquilla desde el 2013”.

El Ministerio Público reveló que en los últimos cinco años se han registrado 17 casos, dos de ellos adolescentes, pero que también habría un subregistro. Por esa razón, resaltó que “es necesaria la articulación institucional para prevenir más casos”.

Las autoridades además trabajan a toda máquina para dar con estos hombres y garantizar la seguridad de los Juegos Centroamericanos y del Caribe; en los que los gobiernos local, departamental y Nacional han invertido más de 600 millones de pesos y de los que la ciudad será anfitriona entre el 19 de julio y el 3 de agosto.