Se trata de un joven de 16 años que fue el primer detenido por el crimen, ocurrido el pasado viernes 2 de junio en el barrio Modelia de Bogotá.

Aunque ese mismo día su padre emitió un comunicado asegurando que al niño se le estaban violando sus derechos por la forma en que quedó detenido, este miércoles el caso pareció encausarse finalmente después de que se confirmara la que hasta ahora era una de las primeras hipótesis, pues el menor reconoció que mató a su madrastra.

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La confesión de hijastro de Yessica Calvera, extrabajadora de RCN

El diario El Tiempo reveló cómo se habría perpetrado el crimen hacia las 4 de la madrugada del pasado 2 de junio, momento en que el joven habría irrumpido en la habitación de Calvera para atacarla con un cuchillo de cocina, hiriéndola en varias partes del cuerpo, aparentemente por no haberle dado permiso para salir con su novia.

El reporte de la Fiscalía, con el que el diario hace el recuento de los hechos, indica que después de atacar a su madrastra, el joven habría alterado la escena llevando el cuerpo a un baño, limpió rastros y escondió el arma homicida. Después, el joven habría abandonado la casa, tomando un bus de transporte público hacia las 6 de la mañana, tal como se ve en cámaras de seguridad del sector.

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Horas después se reportó la desaparición, aparentemente después de que el joven dijera que ella había salido temprano rumbo a su trabajo y no había aparecido. Las autoridades comenzaron la investigación y acudieron a la casa, percatándose de que no había registro de la salida de Calvera y que su última aparición había sido al llegar, hacia las 9 de la noche del jueves, prosigue el mismo medio.

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Ahí comenzó a desbaratarse la versión del joven, al que llamaron para que abriera la puerta del apartamento. Según el diario, él dijo que la había dejado abierta y no tenía llaves, pero le insistieron que fuera a abrirla, y él accedió.

Cuando abrió e ingresó con los investigadores, que se encontraron con la escena del asesinato, él se derrumbó y hasta indicó dónde estaba el cuerpo: “El victimario adoptó una actitud errática, estaba nervioso y repetía que no sabia qué había hecho ni por qué lo había hecho”, cita El Tiempo.

Luego, aunque el padre se hubiera quejado, el informe dice que el muchacho corroboró su versión de lo ocurrido “de manera libre y voluntaria” ante un juez de garantías que lo envió a un centro de detención para menores.