Los primeros beneficiarios de esta “estación sanitaria transitoria” serán 500 venezolanos que están aglomerados en el puente internacional Simón Bolívar, que conecta a Cúcuta con San Antonio del Táchira, y que no han podido volver a su país desde que el régimen decidió que por allí solo pueden pasar diariamente 300 retornados los lunes, miércoles y viernes.

El campamento está ubicado al lado de las bodegas del puente internacional de Tienditas, donde estaban almacenadas decenas de toneladas de ayudas humanitarias que el presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, Juan Guaidó, intentó ingresar a su país el 23 de febrero de 2019.

Nicolás Maduro

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La medida de Nicolás Maduro afecta a miles de venezolanos que han decidido retornar al quedarse sin trabajo en Colombia y otros países de la región, y que desde hace semanas se amontonan principalmente en Cúcuta a la espera de que se les permita atravesar la frontera.

Según la Gobernación de Norte de Santander, el traslado hacia Tienditas de los migrantes que se encuentran en las inmediaciones del Simón Bolívar se hará en las próximas horas.

La decisión de abrir el campamento transitorio, donde hay carpas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), fue tomada luego de una reunión del Puesto de Mando Unificado de Salud en la que se analizó la situación que viven los migrantes ante la pandemia de la COVID-19.

El ministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó que el objetivo del campamento será que los venezolanos tengan condiciones “humanitarias excelentes, con las mejores condiciones higiénicas, de manejo de personas y de prevención de riesgos”.

“Con el apoyo de la comunidad internacional y en un trabajo conjunto con la Gobernación y las Alcaldías del área metropolitana de Cúcuta, se acondicionará un espacio para las personas, donde podrán estar máximo 2 días y evitar que estén en las calles (…) anexas al puente“, comentó, por su parte, el gerente gubernamental de Frontera, Felipe Muñoz.

Venezolanos

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La Gobernación de Norte de Santander aseguró que el campamento no es un albergue ni un refugio, es un estación en la que los migrantes podrán estar máximo 48 horas y tiene una capacidad para 600 personas, distribuidas en camarotes y carpas, aunque en un principio solo habrá 500.

Allí los venezolanos tendrán acceso a baños, duchas y alimentos, así como a atención médica y psicosocial. También recibirán una almohada y sábanas, un kit de aseo, espacios para almacenar su equipaje y atención para las mascotas.

Tras cumplir las 48 horas allí, las autoridades locales trasladarán cada lunes, miércoles y jueves en autobuses a 300 venezolanos que retornarán a su país.

Venezolanos en la Autopista Norte

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El presidente, Iván Duque, dijo el pasado lunes que los organismos internacionales deben prestar atención a las nuevas restricciones de ingreso impuestas por el Gobierno venezolano a los ciudadanos de ese país que quieren retornar del exterior presionados por la pandemia.

En Colombia se establecieron en los últimos cinco años más de 1,8 millones de venezolanos que dejaron su país huyendo de la crisis, de los cuales 71.483 retornaron de manera voluntaria entre el 14 de mayo y el pasado 4 de junio presionados por la pandemia, según datos de Migración Colombia.

Los venezolanos, que salen de distintos lugares de Colombia, llegan en autobuses fletados o incluso caminando a Cúcuta o Arauca, limítrofe con el estado venezolano de Apure, con la esperanza de cruzar la frontera hacia su país, un recorrido inverso al que hicieron en los últimos años.