La medida, de acuerdo con un trino, se toma debido a que la localidad de Kennedy fue declarada en alerta naranja, y por eso “el centro de alimentos tendrá estrictas medidas de bioseguridad”.

Para hacerse una idea de cómo funcionará Corabastos de ahora en adelante, la alcaldesa Claudia López explicó que será “similar a Transmilenio”. Es decir, controlará la capacidad de atención al público a menos de la mitad de lo que lo venía haciendo, y exigirá mayores medidas de seguridad para quienes atienden y quienes van a comprar.

Esta decisión, según López, se tomó en acuerdo con el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, la Gobernación de Cundinamarca y la gerencia de Corabastos, así como con autoridades de salud de la ciudad.

Si bien la alcaldesa no explicó si cambian los horarios de atención, La W aseguró que entre las condiciones de funcionamiento se estarían contemplando medidas como un “cierre, por lo menos por tres días”, habilitar horarios de cargue y descargue en la noche, no prestar domicilios y abastecer a tenderos de manera directa.

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Por ahora, se espera que la Alcaldía amplíe esta información para conocer mayores detalles de cómo cambiará la operación en Corabastos, ya que la emisora habla de que también se pusieron en consideración las ventas ambulantes y los negocios que están en los alrededores de las bodegas.

Y es que la situación sanitaria en la central se complicó desde el pasado 23 de abril, día en el que la Alcaldía alertó de un brote de coronavirus con siete contagios confirmados, principalmente en la bodega 13.