Bejarano asegura, en su columna de este domingo, que el presidente Iván Duque, “además de mal gobernante, es de malas”, pues justo ahora cuando prepara su plan de seguridad ciudadana “a partir de incrementar el número de policías en 34.000 uniformados y fortalecer el temido Esmad, estalla un escándalo en la cúpula de la Policía que no deja duda de que la corrupción deambula a sus anchas por esa institución”.
Con ello, Bejarano se refiere a las investigaciones por corrupción que estaría liderando el general William Salamanca, inspector de la Policía, al interior de ese organismo, y que habrían generado las discrepancias que se conocieron el pasado lunes entre ese uniformado y el general Óscar Atehortúa, director de la institución.
En su artículo de opinión, el columnista califica de “marrullero” a Atehortúa, a quien acusa de “torpedear las averiguaciones [del general Salamanca] en su contra” y abusar de su poder, según Bejarano, por el hecho de mandar “a vacaciones por más de un año a quien lo investiga”.
Para el periodista, Atehortúa debió haber sido destituido de inmediato por esa decisión, en lugar de haberse mantenido en su cargo y “que todo siguiera como estaba” luego de la reunión extraordinaria citada por el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, “a quien también le quedó grande la cartera de la fuerza pública” y “le reventó un problema sin precedentes que ha resuelto con pañitos de agua tibia”.
Sobre este escándalo, Bejarano también culpó al presidente Duque y a su ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, de quienes dijo, sin excluir a Trujillo, “son cómplices de esa maniobra impresentable” pues “en sus narices se produjo la decisión de mandar a descansar al general Salamanca”.
Cabe recordar que el pasado lunes 23 de diciembre la periodista Darcy Quinn reveló, en Caracol Radio, que el general William René Salamanca puso en conocimiento de Atehortúa varias anomalías, relacionadas con presuntos casos de corrupción en la Policía Nacional, las cuales habría encontrado en el marco de sus funciones.
Como respuesta a las denuncias de Salamanca, el general Atehortúa lo envió a vacaciones forzosas por un año, dijo Quinn, pero el directivo acusado se defendió asegurando que Salamanca estaba creando un grupo de inteligencia paralelo en la inspección de la Policía cuando eso está prohibido, y además denunció falta de respeto de parte del general con el cual admitió tener discrepancias.
El Ministro Trujillo y el mismo presidente Duque ordenaron la reintegración de Salamanca a su cargo el mismo día que estalló el escándalo, hecho que también criticó Ramiro Bejarano en El Espectador pues esto, así como la decisión de “no tocar a Atehortúa” se podría leer, a su juicio, como que “aquí no ha pasado nada”.
Sin embargo, de acuerdo con lo dicho por CM& ese 23 de diciembre, el Gobierno parece interesado en conocer los resultados de las investigaciones de Salamanca, pero también escucharía los motivos que tuvo el director de la Policía para tomar su decisión.
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