Un día de clases fue suficiente para que los estudiantes de la Institución Educativa Villa del Socorro, en el barrio Moscú, de Medellín, volvieran a sus casas. Todo porque por cuenta de los aguaceros de la semana pasada, sus escaleras se volvieron cascadas y sus salones se inundaron por falta de intervención, tanto dentro como fuera de esta.

Esta situación, que primero se registró el domingo 15 de enero en la sede Fidel Antonio Saldarriaga y luego se repitió dos días después es la muestra de que si bien los estudiantes regresaron a las aulas para un nuevo año escolar, deberán sortear problemas que vivieron todo el 2022.

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Desde la Secretaría de Educación de Medellín expresaron sobre los problemas particulares de la I.E. Villa del Socorro que “se presentó debido a que en la vía se están realizando por estos días obras de pavimentación y no tiene que ver con fallas en la infraestructura educativa”.

Incluso, desde el miércoles comenzaron las intervenciones en los exteriores de la institución y para el viernes, en la jornada de la tarde, ya se estaban reanudando las labores académicas. Para hoy se espera que se pueda trabajar en jornada completa.

Ante lo evidenciado, EL COLOMBIANO visitó a algunas de las instituciones que venían con problemas en su infraestructura desde el año pasado. En algunas ya empezaron a intervenir, en otras aún están esperando a que lleguen la plata y los profesionales.

Si bien, según los registros de la Secretaría, para este año tiene priorizados 231 colegios, apenas están comenzando los procesos en algunos de ellos, pese a que los problemas se venían presentando desde hace muchos años.

Clara Ceballos, rectora de la Institución Educativa Rodrigo Correa Palacio, manifestó que con mucho esfuerzo se pudieron retomar las clases en su colegio, con capacidad para 600 estudiantes, y que, si hacen los trabajos que comenzarían en marzo, todo el año tendrán que inhabilitar espacios para solucionar las humedades, los techos dañados y los pisos levantados, entre otros problemas.

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En la Gilberto Alzate Avendaño avanzan más los trabajos y ver que cae agua ya no atemoriza tanto, puesto que a finales del año pasado fueron reparados los techos y posteriormente se hará lo propio con las humedades.

Ómar Arango Alzate, tesorero de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), señaló que “se están haciendo las reparaciones, pero hay algunas que tienen dificultades serias en su infraestructura porque llevan muchos años y no les han hecho el mantenimiento adecuado”.

La Secretaría de Educación de Medellín expresó que “actualmente se adelantan los procesos contractuales y legales pertinentes que permitirán tener los primeros frentes de obra en las sedes educativas en febrero”.

El regreso a clases para los estudiantes de las instituciones educativas oficiales fue como volver al año pasado: con las mismas fallas y las mismas goteras, pero con la esperanza de que para este año sí puedan tenerlo como nuevo.

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Panorama en otros colegios

  • El Rodrigo Correa Palacio espera que por fin lo arreglen

Aunque el sueño era que lo reconstruyeran por completo, las directivas de la Institución Educativa Rodrigo Correa Palacio, en el barrio Girardot, están a la espera de que en marzo lo comiencen a intervenir, luego de años de abandono que han llevado a que se tengan salones que solo se puedan usar cuando no llueve, y muchos de sus suelos, que están levantados por la concentración de aguas.

Clara Ceballos, rectora de esta institución, está a la expectativa de la destinación de los $3.000 millones que asignó el Gobierno para darle una nueva cara a un colegio que la necesita con urgencia.

  • En la Gilberto Alzate reparan los techos, pero no lo pintan

Uno de los colegios más afectados por el abandono es la Gilberto Alzate Avendaño, en Aranjuez, al cual las humedades de años lo han venido deteriorando. Aunque las directivas de la institución no atendieron a EL COLOMBIANO, se conoció que ya iniciaron las inversiones y se hizo reparación a los techos para evitar que las lluvias continuaran filtrándose a toda la infraestructura.

Sin embargo, aún no se han pintado los techos y las paredes afectadas, aduciendo que están esperando a que estas se terminen de secar para aplicar los revoques y la pintura necesaria.

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