Alrededor de la una de la mañana de este sábado 21 de enero, al barrio Marsella, en la localidad de Kennedy, empezaron a llegar camiones y obreros acompañados por autoridades distritales y la Policía con el objetivo de cercar el parque de La Paz, donde, a pesar del rechazo de la comunidad, se adelantan obras para construir un nuevo colegio distrital en la capital del país.

La comunidad indica que no está en contra de los proyectos de educación de la ciudad; sin embargo, aseguran que esté es el único espacio verde y de esparcimiento con el que cuentan los habitantes de este sector del sur de la ciudad.

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“Desde la 1 y 30 de la mañana, más o menos, empezaron a ciertos enfrentamiento, ya que gestores de paz de la Alcaldía estaban empujando a los vecinos que salieron con sus perros, en pijamas, a defender el parque de la Paz porque este el único espacio grande que hay en el que barrio en el se puede realizar actividades”, indicó Alison Cifuentes, habitante del sector a El Espectador.

Esta problemática no es nueva. Durante el último año en la avenida de Las Américas se han realizado varias manifestaciones en contra del proyecto y miembros de la comunidad han interpuesto varias tutelas frente a la construcción del nuevo colegio, que la Secretaría de Educación asegura responde al déficit de 8 mil cupos escolares en la localidad de Kennedy.

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“Ellos esperaron a que todos estuvieron dormidos para empezar el encerramiento del parque, metieron unos camiones y la comunidad no quiere esto, por eso se presentaron los desórdenes públicos. Además, el proyecto no fue concertado con la Junta de Acción Comunal.”, indicó una habitante del sector.

De esta manera, mientras el Distrito asegura que se han establecido mesas de diálogo con la comunidad, esta indica que se ha sentido ignorada por el Distrito en sus preocupaciones frente al proyecto. Entre estas se encuentran la falta de actas de vecindad en los predios aledaños la sitio de construcción, la conservación de árboles protegidos del sector, entre otros.

¿Qué responde la Secretaría de Educación? De acuerdo con la entidad, el objetivo del proyecto es atender la alta demanda de cupos en la localidad de Kennedy. Así, asegura que el nuevo colegio abrirá 1.060 cupos en jornada única a estudiantes desde preescolar hasta grado 11.

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“El colegio ha involucrado los esfuerzos de tres administraciones. En la administración Petro se realizaron los estudios pertinentes y se logró la entrega del lote por parte del DADEP a la Secretaría de Educación para la construcción del colegio. En la Administración Peñalosa se contrataron los respectivos estudios de diseño y consultoría. Finalmente, en la actual administración se culminó el diseño, se obtuvo la respectiva licencia de construcción y se contrató, previa licitación, la respectiva obra e interventoría”, indicó la Secretaría de Educación, a través de un comunicado.

Asimismo, la entidad aseguró que cuenta con todos los documentos que permiten la ejecución del proyecto. Además de esto, el Distrito ha respondido a la fecha a 17 derechos de petición a la comunidad y entidades. Además, cinco acciones de tutela han sido falladas a favor del proyecto.

“De acuerdo con cifras DANE, a partir de la Encuesta Multipropósito de 2021, de los niños de 5 a 16 años que residen en las UPZ de Bavaria y Castilla, cerca de 1.432 no asisten a ningún establecimiento educativo, entre otras razones, debido a que no tienen cupo cerca a su lugar de residencia”, aseguró el Distrito.

Cabe señalar que este proyecto será financiado con los recursos de los cupos de endeudamiento de 2020 y de 2022, y en el marco del Plan Distrital de Desarrollo de la administración de Claudia López.

“Hay que dialogar y entender que hay que hacer un colegio pero también dejar una zona verde para la gente. Lo importante es llegar un punto medio, y se permita la intervención de la zona”, indicó la concejal Lucia Bastidas (Alianza Verde).

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Por el momento, en el sitio permanecen decenas de personas de la comunidad que protestan contra la construcción del colegio, mientras uniformados de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (antiguo Esmad) intenta sacarlos del predio para continuar con la obra que presenta retrasos por esta situación.

De esta manera, aún no se llega a un acuerdo total con la comunidad. Así, el reto de modernizar los colegios de Bogotá se enfrenta a las conciliaciones con las comunidades y las necesidades de las generaciones de estudiantes que estudian aún en colegios construidos hace más de 40 décadas.

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