
La vida y obra de César Santafé pone a cualquiera los pelos de punta. Es apenas suficiente pisar la Blanco Toro Gallery, lugar en donde reposa una gran cantidad de sus pinturas, para sentir su grandeza, aunque ya no viva y no pueda explicar él mismo sus pinturas a quienes visitan el lugar.
“Obtener su primera obra fue algo de película. Cuando recibí el comentario de que era el artista contemporáneo más importante de Colombia, me puse a buscar videos y a estudiarlo. […] Yo quedé muy impactado y afligido con su historia. El mismo día que me lo recomendaron fui a ver una de sus obras de 1988 y terminé comprándola en el primer día de estallido social en Cali”, comenta mientras admira las obras Alejandro Blanco, abogado, admirador de Santafé, empresario y estudioso, quien ha dedicado una buena porción de su vida a juntar la obra del artista para llevarla a España, lugar en donde nació para el arte, a los 17 años.
“En un viaje realizado a las islas Canarias, invitación que me ofrecieron unos amigos venezolanos, observé a unos pintores en la playa, quienes hacían retratos a los turistas; me acerqué a mirar su trabajo y, por primera vez vi algo que nunca había observado en mi vida: una actividad artística, que también tenía unas connotaciones intelectuales por la manera como ellos construían las imágenes”, dijo el propio artista en vida a la revista ¿Qué Está Mirando?, de la Universidad del Valle.
Vida y obra de César Santafé
Se hizo pintor, escultor y dibujante luego de un largo proceso de autodescubrimiento, pues había viajado para estudiar ingeniería textil a Europa, pero luego abandonó y decidió volver a Colombia para estudiar pintura y escultura en el Instituto Popular de Cultura de Cali, en donde luego ejerció en el magisterio durante 37 años.
Sentía una gran fascinación por el cubismo, estilo que dejó plasmado en sus obras de cubismo cinético, movimiento del que es considerado pionero. La figura humana es protagonista en su obra y aunque sus composiciones a lápiz y tinta china hicieron parte esencial de su trabajo, el óleo fue su técnica favorita, pues según sus propias palabras, por medio de este descubrió cosas trascendentales del mundo que no logró con la técnica del acrílico que posee colores fluidos y cendales.
El legado de César Santafé
Santafé no solo era un buen artista, sino que lo creía profundamente, a tal punto de que plasmó su propia versión de ‘Las meninas’ De Diego Velásquez, una obra que tituló ‘El espía de la gran nobleza’, un óleo sobre lienzo de 180×170 centímetros, de 1998, que se puede ver en Blanco Toro Gallery. Además, otra de sus grandes obras es ‘El espadachín caído Florentino’, pintura en la que retrata a un hombre cayendo con lo que se asemeja a un pincel en su mano, lo que podría interpretrarse como un autorretrato de su propia muerte.
Con 65 años, un 30 de marzo de 2019 alrededor de las 4:45 a. m., Santafé decidió acabar con su vida cayendo al vacío desde un piso 17 en el Edificio La Ceiba, en el centro de la capital del Valle del Cauca. La luz de sus ojos se apagó al instante y quienes han estudiado su vida y obra lo han catalogado como un “acto performático” parte de sus expresiones artísticas, muchas de las cuales anticipaban su propio final.
Durante cuatro décadas recogió preocupaciones temáticas y técnicas en obras como ‘La familia del circo’, ‘La caída de los mitos’, ‘Los dibujos eróticos’, obras que conjugaban con el Cubismo Cinético.
El artista Anthony Echeverry, quien fue amigo y estudiante de Santafé, es enfático en que más allá de su muerte, dejó un legado disruptivo y de trascendencia en la escena artística caleña y colombiana, digno de ser reconocido a nivel mundial, a la altura de artistas como Francis Bacon o Pablo Picasso, una de sus más grandes inspiraciones.
“Él me lo decía constantemente en vida. ¿Cómo ganarle a la muerte, cómo ir más allá de lo evidente? De alguna forma él lo plantea en sus bocetos, en sus ideas. El espadachín, esa caída de ese personaje. Esa idea de trascender, de ir más allá, de encontrar una especie de escenografía en la vida”, acotó Echeverry en entrevista para Pulzo.




Alejandro Toro Gallery, el espacio guardián de la obra de César Santafé
Las enseñanzas de Santafé han sido el centro de varios libros y publicaciones en las que se resalta su forma de preguntarse constantemente sobre los métodos y técnicas adecuadas para enseñar a estudiantes sobre la grandeza y capacidad del arte. El hombre inquieto y preocupado por transmitir la importancia de manifestarse mediante el dibujo, la pintura y la escultura quedó plasmado en las decenas de estudiantes que ayudó a formar en el Instituto Popular de Cultura de Cali y ahora son parte inseparable de su obra, recopilada en Blanco Toro Gallery, el lugar que con tanto esfuerzo y amor por el arte ha construido el empresario Blanco.
“Siempre me he preguntado por qué di con esta obra. […] He sentido que hay un propósito y que a los artistas muchas veces lo que les falta es un promotor. Muchos de los grandes maestros tuvieron en vida un mecenas. De pronto César no tuvo esa persona en vida y esa obra, cuando yo la conocí, ahí estancada, que las instituciones no le habían dado el apoyo a Elizabeth Santafé, estaba esperando por una persona que tuviera una capacidad comercial u otra visión. Esto no es un articulo que se quiera vender, es una historia, un legado que se quiere preservar. Nos estamos dejando guiar por su esencia, su alma, por lo que quisiera ser reconocido, como por ejemplo, la educación. Mi compromiso con César es llevarlo muy alto y que la obra se dé a conocer al mundo con mucho respeto”, concluyó el empresario.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO