Desde ese día y cada mes de octubre, la familia de Luis Andrés Colmenares revive con más fuerza la pérdida del joven. Este 2020 se cumplen 10 años y los padres temen que el caso nunca se resuelva.

En febrero de 2017, Laura Moreno y Jessy Quintero fueron absueltas por el juez once penal de los delitos de homicidio y encubrimiento, respectivamente.

Desde ese momento, la defensa de la familia Colmenares acudió al Tribunal Superior de Bogotá para que, en segunda instancia, confirme la sentencia absolutoria o la revierta. Han pasado tres años y medio y el caso no avanza.

Lo preocupante de la situación es que el vencimiento de términos le ‘pisa los talones’ a la justicia pues, dice Semana, los cargos contra Moreno y Quintero “se extinguen al cumplirse la mitad del tiempo de la pena máxima fijada, contado a partir de la imputación”.

Eso significa que como las dos jóvenes fueron imputadas el 7 de octubre de 2011 y la pena máxima del delito de encubrimiento por el que fue acusada Quintero es de 18 años, eso significa que su caso prescribió la semana pasada: el 7 de octubre de 2020, cuando se cumplieron 9 años.

Entre tanto, para el caso de Moreno (que se casó en 2019), agrega la revista, la pena máxima que podría pagar es de 20 años. Eso significa que el caso prescribirá el 7 de octubre de 2021, cuando se cumplan los 10 años de haber sido acusada como responsable de la muerte de su compañero en la Universidad de los Andes.

La justicia está contrarreloj y lo más grave es que no parece haber un camino para que el caso se resuelva. El medio dice que los magistrados del Tribunal están esperando que el ponente presente ante sus colegas el proyecto para resolver la apelación, pero nada ha pasado y les queda poco menos de un año para esclarecer la muerte de Colmenares.

Lee También

Mientras tanto, la incertidumbre crece para la familia de la víctima. Luis Alfonso Colmenares, padre de Luis Andrés, dio su opinión en El Tiempo sobre la demora de los magistrados:

“Estamos esperando que haya alguna decisión, yo en eso he hecho el esfuerzo de estar tranquilo, y estoy interpretando esa demora como que el Tribunal está haciendo su trabajo de manera objetiva, valorando todas las pruebas que se aportaron por las partes que intervinieron, y al final, si eso se valora así, (…) es que la decisión será distinta”.

Esas palabras del padre son motivadas porque, en su opinión, el juzgado que absolvió a las jóvenes, y a los demás estudiantes acusados de encubrir la muerte, no valoró todas las pruebas, que para la familia demuestran un asesinato. Entre ellas está una herida redonda en el cuerpo del joven, que confirmaría que recibió un botellazo, que fue una de las tantas hipótesis, a la que también reaccionó el padre.

Por eso, Colmenares padre también se tomó un tiempo para hablar del dolor de Oneida Escobar, su pareja y mamá del joven, quién ha sufrido como nadie la pérdida del joven. De hecho, dijo que todo el mes de octubre es muy difícil en su hogar “porque se vienen muchos recuerdos” y su esposa “se encierra todo el mes”, y es una situación que han aprendido a respetar.

Por ahora, todas las partes involucradas en el caso siguen a la espera de que se resuelva definitivamente la posible culpabilidad de las estudiantes de ingeniería y que la justicia pueda aclarar al fin si Luis Andrés Colmenares murió por la caída al caño de El Virrey, como se dijo en la decisión inicial, o si lo asesinaron a golpes.