Las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, conocidas popularmente como “Los Pachenca”, han estado en el centro de atención de las autoridades colombianas debido a su persistente involucramiento en actividades delictivas de alto impacto, como el narcotráfico, la extorsión y el reclutamiento de menores. Recientemente, fuerzas policiales y del Ejército Nacional llevaron a cabo operativos simultáneos en distintas zonas del Caribe colombiano, logrando la captura de 22 miembros de este grupo. Entre los lugares donde se registraron las detenciones se encuentran municipios estratégicos de los departamentos de Magdalena, Cesar y La Guajira, destacándose ciudades como Valledupar, Santa Marta y Riohacha. Según informa el Ejército Nacional de Colombia, durante estos operativos se incautaron armas de diversos calibres, explosivos, marihuana y equipos de comunicación utilizados para coordinar las acciones criminales del grupo.
La historia de Los Pachenca se remonta al proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un influyente grupo paramilitar al que se le atribuyen numerosas violaciones de derechos humanos durante el conflicto armado interno. Pese a los esfuerzos estatales para desmantelar los grupos resultantes de la desmovilización y promover la reintegración de sus miembros, el surgimiento y persistencia de estructuras como Los Pachenca pone de manifiesto los desafíos del periodo de posconflicto en regiones donde el control estatal resulta débil o insuficiente.
Según análisis y reportes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), estas organizaciones ilícitas han demostrado una notable capacidad de adaptación y resiliencia, aprovechando vacíos estatales y la fragilidad de los sistemas de control en zonas rurales. Asimismo, reportes del Observatorio de Drogas de Colombia corroboran que la Sierra Nevada de Santa Marta es un punto neurálgico para el tráfico de drogas, fungiendo como corredor estratégico para el desplazamiento de narcóticos hacia mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos y Europa. Los grupos armados ilegales controlan tanto la producción como las rutas de exportación, consolidando su poder económico y su capacidad de violencia.
Uno de los aspectos más alarmantes en la dinámica criminal de Los Pachenca es el reclutamiento de menores. Investigaciones de Human Rights Watch han documentado que estas bandas utilizan niños, niñas y adolescentes como un recurso para mantener su fuerza operativa y asegurar el control territorial, lo que supone una vulneración grave de derechos fundamentales y agrava la situación humanitaria en la región caribeña.




La reciente ofensiva de las autoridades, aunque representa un avance significativo, abre la puerta a un desafío mayor: es indispensable complementar la acción judicial y militar con estrategias integrales de desarrollo social e institucional, para prevenir que surjan nuevas organizaciones criminales en los espacios donde la violencia y la economía ilegal persisten. La experiencia histórica y los estudios académicos sugieren que sólo abordando estas causas estructurales se podrá avanzar hacia una solución sostenible para las comunidades afectadas.
¿Cuáles son las dificultades más grandes para erradicar a grupos como Los Pachenca?
La erradicación de organizaciones criminales como Los Pachenca enfrenta obstáculos estructurales relacionados con el control territorial, la debilidad institucional y la falta de alternativas económicas para la población en regiones vulnerables. Según análisis académicos y el seguimiento de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la resiliencia de estas bandas está anclada en su capacidad de aprovechar vacíos estatales y en el control de rutas clave para el narcotráfico.
Sumado a eso, la persistente demanda internacional de drogas y la existencia de redes ilícitas de tráfico de armas y personas fortalecen el accionar de estos grupos. Por ende, el desafío no solo reside en la acción represiva, sino también en la construcción de políticas públicas integrales que aborden las causas socioeconómicas y garanticen la presencia efectiva del Estado en las zonas históricamente abandonadas.
¿Qué significa “reclutamiento de menores” en el contexto de bandas armadas ilegales?
El término “reclutamiento de menores” hace referencia a la integración forzada o voluntaria de niños, niñas y adolescentes en estructuras armadas ilegales para desempeñar funciones como mensajeros, informantes, combatientes o colaboradores logísticos. Según informes de Human Rights Watch y de organismos estatales, estos jóvenes suelen ser captados mediante amenazas, engaños o promesas de dinero, siendo vulnerables por la falta de oportunidades en sus entornos.
Esta práctica constituye una grave violación de sus derechos fundamentales y perpetúa dinámicas violentas en las comunidades, dificultando los procesos de construcción de paz y desarrollo social. Además, agrava la problemática del conflicto interno, pues deja cicatrices profundas tanto en las víctimas directas como en el tejido social de las regiones involucradas.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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