Muestran cómo es la toma indígena dentro de la Universidad Nacional y exponen extraña situación
Un hombre grabó el lugar donde se están quedando quienes invadieron la institución educativa y planteó un interrogante: ¿quién está financiando esa toma?
La sede de la Universidad Nacional en Bogotá volvió a ser epicentro de controversia, luego de que decenas de integrantes de comunidades indígenas y afrodescendientes ingresaran al campus desde la madrugada del pasado sábado 11 de octubre.
Acá, imágenes que muestran la presencia de dichas comunidades en la universidad:
#Atención Nos informan que desde anoche, de manera forzada, la Universidad Nacional fue tomada por más de 500 supuestos indígenas con el patrocinio del Ministerio del Interior. Pasaron por encima de las normas, invadieron y a esta hora se presentan varios episodios de violencia… pic.twitter.com/9CLqFpPHPp
La presencia masiva de estas personas, que aseguran hacer parte de una minga por la defensa del territorio y los derechos de sus pueblos, ha provocado preocupación entre estudiantes, profesores y ciudadanos que han denunciado irregularidades en el desarrollo de la ocupación.
Al parecer, personas pertenecientes al movimiento Congreso de los Pueblos, entre ellas mujeres, adultos mayores y niños, viven dentro del campus en zonas como la Concha Acústica, los coliseos auxiliares y los campos deportivos. Allí, levantaron carpas y zonas de alimentación.
La Universidad, junto con el Ministerio del Interior, la Alcaldía de Bogotá y la Defensoría del Pueblo, activó un Puesto de Mando Unificado (PMU) para atender la situación y garantizar tanto la seguridad como la continuidad de las actividades académicas.
Aunque las autoridades han insistido en que se trata de una instalación temporal y pacífica, varios ciudadanos han expresado inquietudes por la forma en que se dio la entrada de los grupos y por el nivel de organización interna que muestran dentro del campus.
Uno de ellos fue un hombre identificado como Carlos Ayala Ozarco, quien publicó un video en redes sociales mostrando lo que, según él, está ocurriendo al interior de la institución.
Acá, las imágenes en cuestión:
@carlos.ayala.ozarco Lo que está pasando en la Universidad Nacional lejos está de ser una toma indígena o de poblaciones afro. Estamos ante la consolidación de una toma de baja intensidad por parte de grupos irregulares que vienen camuflados dentro de las narcomingas de alquiler. #fyp#minga♬ sonido original – Carlos.Ayala.Ozarco
En su grabación, Ayala recorrió algunos de los espacios donde están ubicadas las carpas y afirmó que la actual toma es diferente a todas las anteriores: “De las tomas que yo he visto en la Universidad Nacional, esta es la que más me ha preocupado y me parece que es mucho más compleja porque está absolutamente coordinada y organizada con otros grupos que hacen parte de agremiaciones supuestamente afro. Pero vean el nivel de organización de esta gente”, expresó.
El hombre mostró cómo las comunidades instalaron filas de carpas perfectamente alineadas, zonas de cocina y puntos de distribución de alimentos. Según lo que se observa, las personas cuentan con un sistema interno de seguridad que incluye cordones humanos y hombres armados únicamente con palos, símbolo tradicional de la Guardia Indígena.
Sin embargo, Ayala fue más allá y planteó una serie de preguntas sobre el origen de los recursos que permitirían mantener una ocupación de tal magnitud dentro de una universidad pública.
“Lo que está pasando en la Universidad Nacional lejos está de ser una toma indígena o de poblaciones afro. Estamos ante la consolidación de una toma de baja intensidad por parte de grupos irregulares que vienen camuflados dentro de las narcomingas de alquiler”, escribió en su publicación.
El ciudadano cuestionó además la posible financiación de la logística que implica tener centenares de personas acampando, alimentándose y manteniendo cierta infraestructura durante varios días.
“Son más de 400 o 500 personas. Es bastante complejo el asunto. ¿Quién paga todo esto? ¿El Ministerio del Interior o cuál es la intención de este tipo de movilizaciones?”, preguntó.
Ayala también manifestó su preocupación por la presencia de niños dentro del campamento, señalando que podrían estar siendo instrumentalizados para fines políticos. “Algo que es increíble es la instrumentalización de los niños. La pregunta es clara: ¿quién está pagando por todo esto?”, reiteró.
Por ahora, la Universidad Nacional ha mantenido una postura de diálogo y acompañamiento institucional, insistiendo en que no se trata de una toma violenta y que se están adelantando acciones para garantizar la convivencia. No obstante, el video difundido por Ayala Ozarco ha abierto un debate público sobre la transparencia de estas movilizaciones, el papel del Estado y los límites entre el derecho a la protesta y la afectación de los espacios educativos.
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