author
Escrito por:  Fabián Ramírez
Subeditor     Dic 4, 2025 - 7:48 am

El barrio Canaima de la localidad de Usaquén, en Bogotá, vivió una situación alarmante el pasado 2 de diciembre cuando dos hombres, Carlos Guillermo Contreras Ramírez, de 39 años, y Alexánder Ega Colina Velazco, de 19, abrieron fuego al aire con un fusil calibre 556 mientras se desplazaban por el vecindario, provocando terror entre los transeúntes, como informó El Tiempo.

(Vea también: “No es un niño, es un asesino”: papá del joven baleado en Bogotá le reprochó al ladrón)

Uno de los testigos que presenció el incidente detalló: “Vinieron con máscaras extrañas, como las que usaron en la peste negra, y empezaron a disparar al aire. Todos salimos corriendo, fue aterrador”, según dijo en conversación con el citado diario.

Una vez alertada la Policía Metropolitana de Bogotá, se instauró una rápida persecución que concluyó con la captura en flagrancia de ambos individuos. Los uniformados hallaron en el vehículo el fusil mencionado, munición y las particulares máscaras descritas por los testigos, según el impreso.

Lee También

Contreras Ramírez, uno de los sujetos arrestados, había sido condenado previamente en 2015 por extorsión agravada, porte ilegal de armas y hurto calificado. El expediente judicial revela que, en representación de una oficina de cobro de Cali, amenazó en varias ocasiones al dueño de un predio en Socotá, Boyacá, por una deuda que ascendía a 1.200 millones de pesos, de acuerdo con el informe periodístico. 

“Contreras Ramírez llegó a nuestra oficina con una actitud amenazante, exigiendo la suma de dinero y advirtiendo que si no la pagábamos, nuestra vida estaba en peligro“, relató la víctima durante el juicio por extorsión en entrevista con el periódico.

La justicia también probó que, a lo largo de las intimidaciones, el acusado llegó a robar varios objetos de oro al dueño de la mina de carbón e incluso amenazó a los familiares de la víctima. 

Tras este nuevo arresto, se legalizó la detención de Contreras y su compañero, a quienes se les impuso medida de aseguramiento y se les atribuyeron cargos mientras se desarrolla el proceso legal en su contra. Las autoridades también decomisaron el fusil, la munición y las máscaras señaladas, elementos que corroboraron el carácter serio de la amenaza que los individuos representaban para la población.

* Pulzo.com se escribe con Z

LO ÚLTIMO