El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
Una operación coordinada entre el Gaula de la Policía Nacional –unidad especializada en combatir el secuestro y la extorsión– y la Fiscalía General de la Nación permitió capturar en flagrancia a tres personas implicadas en un secuestro y robo en la Zona Rosa de Bogotá. Según información oficial, la víctima fue un hombre que al salir de un bar abordó un taxi y, en el transcurso del viaje, fue drogado por los delincuentes, quienes luego lo trasladaron a una vivienda en Suba. Allí lo mantuvieron retenido durante 19 horas, lapso en el que obtuvieron acceso a sus cuentas bancarias y sustrajeron cerca de 40 millones de pesos. Finalmente, los criminales abandonaron a la víctima al norte de la ciudad antes de ser ubicados y detenidos por las autoridades en el barrio El Rincón, donde se incautaron celulares, dinero y el taxi utilizado en el crimen, de acuerdo con la Policía Nacional.
Este tipo de delito, denominado “paseo millonario”, se define por el sometimiento de la víctima mediante el uso de sustancias ilícitas, seguido de su privación de libertad con el objetivo de extraer recursos de cuentas bancarias, una modalidad que ha registrado un aumento en ciudades de Colombia, según un informe de El Espectador publicado en 2023. Tras estos hechos, el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, puntualizó que este comportamiento ya no solo se considera hurto agravado, sino secuestro extorsivo. Esto implica un cambio legal de fondo: quienes cometen estos delitos enfrentan desde ahora sanciones penales más severas, reflejando el reconocimiento de la violencia y el carácter coercitivo que los caracteriza.
A diferencia de tipos de hurto simples, el secuestro extorsivo se distingue por la restricción ilegal de la libertad personal para obtener ganancias económicas. En respuesta, el Congreso de Colombia ha endurecido las penas, y la Policía Nacional reporta haber logrado 96 capturas por este delito en lo corrido del año, con un esclarecimiento del 92% de los casos denunciados. Esta efectividad ilustra avances institucionales significativos en la contención del crimen, aunque aún existen desafíos en su completa erradicación y prevención, de acuerdo con cifras oficiales para 2025.
El daño va más allá de lo material: víctimas y sus familias sufren secuelas psicológicas que pueden ser graves, incluyendo trastornos de estrés postraumático y persistentes estados de ansiedad y desconfianza, tal como lo destaca el Instituto Colombiano de Neurociencia en un estudio de 2024. Por ello, resulta esencial articular respuestas jurídicas con apoyos de salud mental, a fin de atender integralmente estas consecuencias sociales.




El uso irregular de taxis para perpetuar “paseos millonarios” ha motivado la implementación de controles más estrictos y tecnología GPS en estos vehículos, según revela la Secretaría de Movilidad de Bogotá. Este fenómeno ha empujado a las autoridades y a la comunidad a fortalecer los sistemas de denuncia y a promover campañas preventivas dirigidas a pasajeros y conductores. Expertos sugieren, además, mejor formación policial y una coordinación interinstitucional ágil para responder con prontitud a estos casos, conforme recomienda la Misión de Observación Urbana en su informe especial de 2025.
En suma, la acción conjunta de instituciones y sociedad resulta clave para enfrentar el “paseo millonario”, que se ha manifestado como una amenaza compleja y en evolución. El caso reciente no solo evidencia la eficacia creciente de las autoridades, sino que también subraya la necesidad de políticas sólidas que aborden la problemática desde el ámbito penal, preventivo y psicosocial.
¿Qué acciones pueden tomar los ciudadanos para reducir el riesgo de ser víctimas de un "paseo millonario"?
Ante el incremento de este tipo de delitos, la inquietud ciudadana sobre cómo evitar caer en estas situaciones ha ido en aumento. Si bien las autoridades han reforzado los controles y la seguridad en los sistemas de transporte público privado, la prevención individual sigue siendo un aspecto esencial. Informarse sobre buenas prácticas, desarrollar consciencia del entorno y seguir recomendaciones de fuentes oficiales se convierten en medidas fundamentales para la protección personal durante trayectos urbanos.
La colaboración ciudadana, a través de la denuncia oportuna y el reporte de comportamientos sospechosos, ha demostrado ser una herramienta relevante en la identificación y captura de bandas que emplean este tipo de modalidades. Por ello, fortalecer campañas educativas y canales de comunicación directa con las instituciones puede empoderar a la sociedad, facilitando la detección temprana de riesgos y la reacción efectiva para salvar potenciales víctimas.
¿En qué consiste la figura de secuestro extorsivo y cómo se penaliza en Colombia?
La pregunta sobre qué implica el secuestro extorsivo resulta relevante debido a su reciente tipificación como agravante en situaciones de “paseo millonario”. Según la ley colombiana, este delito se configura cuando una persona es retenida ilegalmente con el propósito de forzar a obtener beneficios económicos mediante coacción, como retiros bancarios. Este marco jurídico responde a la gravedad del hecho y al daño infligido tanto al individuo como a la colectividad.
El endurecimiento de las penas busca no solo castigar a los culpables, sino también desalentar la proliferación de esta modalidad criminal. Para las víctimas y sus familias, comprender la distinción legal permite conocer sus derechos y los alcances de la justicia frente a estos hechos, lo cual favorece procesos de denuncia y crea una mayor conciencia sobre los mecanismos de sanción disponibles en Colombia.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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