El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
Los casos de intolerancia en el transporte público de Bogotá no se detienen. De hecho situaciones como robos, asesinatos y ataques se han convertido en rutina para los bogotanos, quienes ven en el servicio público una alternativa para moverse por la ciudad, pero debido a este tipo de hechos, cada vez se sienten más amenazados por la violencia.
El lunes 4 de diciembre se registró un altercado entre un conductor de taxi y un pasajero. El usuario no estuvo de acuerdo con el precio que el conductor estaba cobrando por la carrera. Discutieron y el taxista le propinó dos puñaladas. Sin embargo, luego de que las autoridades llegaran al lugar de los hechos, se dieron cuenta que la riña, en realidad, no se originó por el desacuerdo del pago, sino por una historia distinta, en la ciudad donde cayeron ‘los Fantasmas’, temida banda que robaba a conductores de aplicaciones.
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¿Qué dijo la Policía Nacional sobre los hechos?
En diálogo para City Noticias, el teniente coronel Leonardo Bernal, comandante de la estación de Policía San Cristóbal señaló que “inicialmente a la línea 123 llegó una llamada por una riña por el pago de una carrera de taxi, pero ya indagando el cuadrante evidencia que la riña fue por un tema pasional”. Los hombres se reconocieron y se percataron de que uno de ellos era la nueva pareja de su exesposa. Además, en Bogotá, un menor falleció luego de caer a un alcantarilla.
Según el reporte, la víctima recibió un total de dos puñaladas y el agresor fue capturado por la policía para iniciar su procesamiento. De acuerdo con las autoridades, el taxista tenía antecedentes por porte ilegal de armas de fuego, mientras la víctima por inasistencia alimentaria.
Pulzo complementa
La intolerancia en el país parece no dar tregua. Pues todo parece que cada día las discusiones se tiñen con amenazas, lesiones, y en algunas oportunidades, hasta la muerte.
En otro caso de que la palabras no fueron suficientes para mediar un conflicto, y es que un motero amenazó de muerte a agente de tránsito, luego de que este fuera atender un accidente que el mismo motociclista habría provacado.
Esta amenaza tuvo lugar en las calles de Cali, en donde el conductor le dijo: “Sapo h… ¿Vos crees que vas a llegar a Navidad? Sapo h… ¿Por un uniforme te crees tanto? Quíteselo y nos matamos a puños. Quítese el uniforme y nos matamos. Yo de voz pido traslado. Te voy a pelar hij…”.
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