Revista Semana ha dado nuevos datos que le dan al caso un nuevo giro, como la aparición de una millonaria inversión que hizo Franco Charry para un proyecto de una página de citas y contenido para adultos, al que le metió más de 2.000 millones de pesos que había pedido prestados y que motivaron al crimen.
(Vea también: “Me dispararon, ven pronto”: últimas palabras de Roberto Franco Charry, asesinado en la 93)
Esa suma de dinero se la prestó uno de los herederos de la empresa El Arrozal, a la que Franco le hacía servicios de auditoria y que fue investigada por el asesinato en el Parque de la 93. De hecho, en este capítulo estaría el nombre del sospechoso, de quien se reserva su identidad y que no solo forma parte de la familia, sino que estaba molesto con la entrada de un nuevo socio en la compañía, según el citado portal.
Otra cosa que también se supo es que ese negocio dividió a Franco con el hombre que le hizo el préstamo. De hecho, el empresario le ofreció la venta de un apartamento en Santa Marta como parte de pago de la millonaria deuda. El socio del proyecto sería otro integrante de la familia Romero, quien incluso amenazó a Pedro Bastidas, accionista pastuso que se convirtió en el mayor accionista de El Arrozal, de acuerdo con el medio de comunicación.
Esta persona sería la misma que tenía cita con Franco Charry el día de su muerte y que hasta lo llevó a la clínica, herido y agonizante. Incluso, se presentó como el primo de la víctima mientras advertía que eran muy cercanos, que “lo quería mucho” y luego hasta fue a su velorio, como para constatar que era verdad que estaba muerto, según la revista.
“Ese día llegué a la clínica, a la sala de cirugía, se me acercó, y me dijo que él era como un primo para Franco, que lo quería mucho. Él estuvo mucho tiempo en la sala y yo lo notaba como nervioso”, señalaron los testigos.
Quién sería el autor del crimen de Roberto Franco
El hombre sospechoso del crimen fue la última persona que habló con Franco antes de que el sicario se metiera en el parqueadero y le disparara, tal y como se vio en los videos. Fue una llamada que duró más de 30 minutos, con gritos y que solo terminaron cuando los disparos silenciaron la vida del empresario, de acuerdo con el citado portal.
Los otros socios de El Arrozal dijeron a los investigadores que quien apareció en la clínica “nervioso” y que ya habría hecho otras amenazas, se comunicó con ellos para disculparse por su comportamiento.
Cuando les preguntan a los testigos sobre quién sería el autor del crimen, uno de ellos respondió que fue Jonathan Romero, el mismo que ya fue citado a la Fiscalía. Este hombre es uno de los hijos del fallecido dueño de El Arrozal, empresa que se fracturó por la disputa de los hermanos por la herencia.
Jonathan, que era amigo de Franco desde 2017, tiene 45 años de edad, es bachiller, separado y se desempeña como comerciante. El hombre les dijo a los investigadores que el día del crimen estaba en su oficina, en el barrio Las Ferias de Bogotá, donde queda una sede de los supermercados que heredó.
La Fiscalía cuenta con una docena de testimonios que incluyen a las personas más cercanas a la víctima, sus empleados, amigos y familiares. Además, Advierten que la investigación está lejos de convertirse en un hecho de impunidad.
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