El caso que estremeció a Bogotá y al país entero por la muerte de dos niñas envenenadas con talio podría dar un giro con lo que reveló el abogado de la familia Forero Uricoechea, una de las víctimas de la tragedia, quien aseguró que la Fiscalía tiene en la mira a más personas además de la empresaria Zulma Guzmán Castro, hoy prófuga de la justicia.
(Vea también: Pistas del paradero de Zulma Guzmán, señalada en caso de niñas envenenadas con talio en Bogotá)
En diálogo con El Tiempo, el penalista Majer Abushihab confirmó que existen indicios sólidos que apuntan a que el doble homicidio no habría sido ejecutado por una sola persona.
Según dijo, la investigación tiene un “muy amplio y serio caudal probatorio” que permitirá esclarecer la participación de todos los involucrados.
“El trabajo del equipo ha sido incansable `[…] Puedo decirle que este caso, como ningún otro, tiene un muy amplio y serio caudal probatorio”, afirmó el abogado al periódico.
Pero la frase que encendió las alarmas fue otra: “También sabemos que hay más personas en la mira de la Fiscalía y confiamos en que pronto se podrán develar esos nombres”, agregó en el mismo medio.
El avance del proceso ha llevado incluso a revisar comunicaciones de varios dispositivos y a interrogar a personas del círculo cercano de Guzmán. Además de la solicitud hecha a la Interpol para capturarla, la Fiscalía ha verificado movimientos telefónicos y geográficos que comprometen a la empresaria, quien ha negado cualquier responsabilidad mediante mensajes provenientes —según corroboró ese diario— de uno de sus celulares.
Con estas nuevas revelaciones, el caso podría tomar un rumbo distinto al que se conocía hasta ahora, dejando abierta la puerta a que se destapen otras responsabilidades dentro de un hecho que ya es considerado uno de los más escabrosos del año.
¿Cuál es el caso de las niñas envenenadas con talio en Bogotá?
Todo comenzó el pasado 5 de abril, cuando dos niñas de 13 y 14 años resultaron envenenadas luego de consumir frambuesas impregnadas con talio en el norte de Bogotá. Las menores pertenecían a dos familias diferentes: una de ellas es hija del empresario Juan De Bedout, con quien Zulma Guzmán habría tenido una relación extramatrimonial; la otra es hija de la familia Forero Uricoechea.
La gravedad del caso llevó a que la Fiscalía solicitara la captura internacional de Guzmán, quien estaba en Colombia cuando ocurrieron los hechos. Estos indicios provienen, entre otros elementos, de la ubicación de un celular registrado en Argentina —uno de sus frecuentes destinos— y que fue usado para solicitar el domicilio de las frambuesas.
Ese mismo teléfono fue rastreado en dos lugares de Bogotá después del envenenamiento: un consultorio odontológico y una clínica veterinaria donde atendían a las mascotas de la empresaria.
Además, El Tiempo reveló que el pasado 17 de noviembre la Fiscalía pidió revisar llamadas entrantes y salientes de cuatro celulares y analizar mensajes de voz y texto. Incluso fue interrogado un guía espiritual que visitaba con frecuencia a Guzmán.
La investigación también abrió un nuevo frente: la muerte de la esposa de Juan De Bedout. Aunque la causa registrada fue cáncer, en dos exámenes hechos al cuerpo se encontraron rastros de talio.
Y no solo eso: en exámenes de sangre practicados al empresario y a su hijo —quienes nunca tuvieron contacto con las frambuesas contaminadas— también se hallaron rastros del metal, según confirmó a El Tiempo el abogado de esa familia, Fabio Humar.
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