Hace un mes, Q’Hubo reportó la historia de Don Yesid Soto, un adulto mayor que se instaló en un cambuche a un costado del tramo intervenido de la calle 103, en Ibagué, junto con sus hijos, Yenny de 43 años de edad, y Freddy, de 45. La familia llegó a esa situación, luego de ser desalojada del sitio donde pagaban arriendo, pues no tuvieron cómo cubrir el gasto.

Con posterioridad a la nota, la familia Soto fue objeto de ayudas por parte de los buenos corazones que quisieron contribuir a su bienestar y actualmente su situación se ha estabilizado, pero don Yesid está luchando para no tener que volver a la calle.

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Movilizaron buenos corazones

Durante toda su vida, Yesid Soto se dedicó a la construcción, actividad con la que se sostuvo hasta que un socio lo estafó, perjudicando su estabilidad. “Me quitó 30 millones de pesos, fue una tremenda cachetada de la que no me he podido recuperar. Me dejó en el piso”, asegura el adulto mayor, quien luego de caer en desgracia económica se mudó de Bogotá a Ibagué.

Luego de ser desalojado de una vivienda en arriendo en Villa Magdalena, don Yesid buscó opciones de vivienda más económicas, pero al no encontrarlas, optó por armarse un cambuche improvisado junto a sus hijos y sus dos perros, donde se guarecían a medias del frío y de las lluvias.

Pronto, la historia de la familia fue conocida por vecinos del sector y personas de buen corazón que les han tendido la mano. Uno de los casos más conocidos fue el de la influenciadora fitness Issa Vásquez, quien movilizó ayudas de sus seguidores y le consiguió a esta familia una casa en arriendo en el barrio El Limón. Emocionados hasta las lágrimas, los Soto se mudaron a su nuevo hogar, gracias a la solidaridad de muchas personas.

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Issa Vásquez, la influencer fitness, movilizó ayuda para esta familia.

En espera de atención

Don Yesid indicó que la nueva voluntad de Issa, seguidores de la joven y personas que quisieron colaborar, les permitieron un respiro de tres meses en arriendo en la vivienda y han recibido mercados para un tiempo. Sin embargo, él y su familia desean solucionar sus problemas de forma permanente, por lo que han pedido ayuda para conseguir empleo y lograr una vivienda propia.

“Unos ángeles que Dios escogió nos ayudaron, pero aún estoy preocupado porque no deseo volver a la calle. Eso fue un trago muy amargo”, indicó don Yesid, quien está a la espera de encuentros para solucionar lo que está pendiente y quien aseguró que Issa se convirtió en una ‘hija adoptiva’ para él, luego de la gran ayuda que le brindó.

Él y sus hijos han tenido varios quebrantos de salud, por lo que han solicitado también atención médica, pero asegura que pese a ello, las ganas de trabajar siempre están por encima de todo. “Pinto muebles y también sé tapizar carros. Un venezolano me pidió ayuda con la fabricación de muebles. Me dijo que le colaborara por días”, relató. Asimismo, indicó que su hijo es un buen dibujante y ha sido vocero de periódicos.

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El adulto mayor indicó que ha estado solicitando ante la Alcaldía un crédito para hacerse con una vivienda, pero necesita trabajo constante. Para ello, necesita conseguir herramientas para tapicería, de las cuales le han regalado algunas, pero le hacen falta una máquina ruteadora, una sierra y un compresor. Con estos instrumentos, asegura, podría realizar fácilmente su trabajo.