La avalancha del sábado en Supía, Caldas, que afectó unas tres mil viviendas, 40 en pérdida total, y a cerca de 10 mil personas, desbordó la capacidad del municipio, que no es capaz de atender solo una emergencia de esta magnitud, asegura el alcalde, Marco Antonio Londoño.

“Necesitamos de toda la solidaridad y capacidad de los gobiernos nacional y departamental. Primero para superar lo urgente, la emergencia, y estabilizar la situación. Después, para mitigar el riesgo del río Supía y de las quebradas Grande y Rapao que se crecieron”.

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En la primera fase, dice el alcalde, requieren ayudas humanitarias (kit de cocina y de aseo, ropa y alimentos). De la segunda, expresa que es el momento de que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD); el presidente, Gustavo Petro; el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, y la Alcaldía se articulen para resolver el problema de manera definitiva.

“No aguantaríamos una cuarta inundación, ni puede seguir el municipio viviendo esta zozobra. Seguro se tendrán que reubicar viviendas, habrá que desalojar y reubicar personas, pero es mejor eso que estar sufriendo cada que hay inverno”, señaló el alcalde de Supía.

Los puntos más críticos, indica el mandatario, son la zona del matadero, los barrios Congo, Guayabal, Popular, Renán Barco, Los Colores, Vega I, Vega II, San Lorenzo, Los Libertadores, Villa Carmenza.

“Entendemos las necesidades de la gente, pero no podemos llegar al tiempo a toda parte. Contamos con cinco retroexcavadoras y cinco volquetas recogiendo material y limpiando, pero la magnitud de lo ocurrido es tan grande que necesitamos llegar a 10 volquetas porque el material se debe llevar al Relleno Sanitario en Manizales”.

Expresa que han repartido unas 150 ayudas gracias a donaciones de la gente de la región y del exterior, de empresarios, de las colonias y del municipio que dispuso tres albergues para quienes perdieron todo.

“Lo que nos llega a la Casa de la Justicia, que es el sitio de acopio que hemos dispuesto, lo distribuimos de inmediato (agua, pañales, mercados, ropa), pero el municipio no tiene forma de comprar tres mil mercados ni prendas de vestir para cada persona”.

Mientras resultan las ayudas nacionales y departamentales, el alcalde asegura que deben trabajar en equipo. “El llamado también es para que las comunidades y los afectados habiliten sus redes de apoyo (familias, personas que estén en otras ciudades) para que les puedan ayudar un poco”.

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En el año del río

Aunque este 2022 fue declarado por el alcalde como el año del río Supía, curiosamente ya son tres las crecientes. Tras la segunda iniciaron unas obras en el río Supía, que aunque se las llevó la avalancha protegieron inicialmente de no entrar el agua por allí.

“La pandemia hizo cambiar las prioridades que teníamos, una era trabajarle fuerte al río porque, por ejemplo, el mapa de amenaza es del 2017, pero con lo que pasó ese mapa quedó desactualizado. Necesitamos formular un proyecto en fase III para presentarlo a la UNGRD, pero requerimos las capacidades y el conocimiento del Gobierno nacional y de la Gobernación. Un municipio de sexta categoría, como Supía, no tiene las capacidades para definir qué hay que hacer, si obras de mitigación del riesgo, muros estructurales, canalización”.

La Alcaldía trabaja en la actualización del Esquema de Ordenamiento Territorial, y buscará proponer el próximo año un Plan Básico de Ordenamiento Territorial pensando en zonas de expansión y zonas para reubicar a muchas familias que están en riesgo alto por las amenazas de inundación.

Informa Corpocaldas

Según John Jairo Chisco, subdirector de Infraestructura Ambiental en Corpocaldas, la mayor amenaza sobre la cabecera municipal de Supía son las inundaciones, las avenidas torrenciales (crecientes) en el río Supía y las quebradas Grande, Rapao y Rodas que generaron la emergencia.

Indica que no se tienen aún estudios ni diseños para obras de mitigación, y que lo que Corpocaldas ha hecho en apoyo a la gestión de la Alcaldía y de la Gobernación de Caldas es brindar asesoría técnica para hacer una especie de dragado del río y así ampliar el canal y mejorar la capacidad del tránsito en caso de una creciente. “Eso favoreció que a otros sectores no ingresara la creciente; sin embargo, por algunos sectores vulnerables en donde no teníamos construidos jarillones sí ingresó”.

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Habla de un convenio que tienen Corpocaldas, Gobernación y varios municipios para realizar estudios y diseños fase III en sitios críticos de Caldas, entre ellos Supía. “Ya se tiene contratista, que hizo presencia en el municipio hace 15 días y evalúa las amenazas, el nivel de exposición de las viviendas y con ello proponer cuál es la mejor alternativa de mitigación del riesgo por crecientes e inundación”.

Anuncia que Corpocaldas va a formular un proyecto que presentará al Gobierno nacional, que permita empezar a conseguir recursos para construir las obras de mitigación del riesgo por inundación y crecientes en la cabecera municipal de Supía.