Este miércoles 27 de abril, un derrumbe acabó con la existencia de Jorge Orlando Castellanos, un querido comerciante que todos los días a las 5 de la mañana empezaba a asar las arepas que distribuía en tiendas y negocios, y que además vendía en un local que la familia tiene en la plaza de La 14.

Don Jorge Orlando tenía 58 años y vivía con su familia en una casa de material, cerca a la montaña que colinda con la Clínica Tolima. Según los vecinos, junto a la vivienda, la familia tenía la fábrica de arepas, un espacio construido en guadua y tejas de zinc.

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Mientras que el hogar no resultó afectado, la fábrica quedó destruida por el derrumbe. A las 7:20 de la mañana, un pedazo de la montaña se desprendió y enterró la fábrica de arepas y a don Orlando.

“Tenemos entendido que en ese momento él era el único que estaba en la fábrica. Al parecer, el primer alud lo sepultó hasta la cintura, por lo que alcanzó a pedir auxilio. De manera infortunada, el otro deslizamiento lo sepultó, quedó entre lodo, piedras y material vegetal. Era una persona muy querida, respetada y trabajadora”, contó Carlos Julio Sandoval, propietario de una vivienda ubicada también en zona de riesgo.

El ciudadano agregó que vecinos de la zona completan más de 40 años solicitando al Ibal la canalización de las aguas lluvias que bajan de la Clínica Tolima y por la calle 13, en la cuesta de la 14.

“En la entrada de la Clínica Tolima, por el área de urgencias, hicieron un resumidero de aguas lluvias, pero en lugar de canalizarlas, las enviaron para la montaña y cada vez que llueve, por acá baja tanta agua que parece una quebrada”, indicó el ciudadano.

Don Carlos Julio expresó su preocupación por un tanque de agua que tiene el centro médico y que estaría muy cerca de la ladera.

El secretario de Gestión del Riesgo municipal, César Gutiérrez, afirmó que en 2009, varias familias de esta zona fueron reubicadas en otros sectores de Ibagué, pero al parecer regresaron a vivir allí.

Balance de las lluvias

Aunque en un primer pronunciamiento el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, quien está fuera de la ciudad, aseguró que el deslizamiento del miércoles en el barrio Combeima había dejado tres personas fallecidas, en un segundo mensaje oficial el Mandatario aclaró que la emergencia dejó una víctima mortal, el señor Jorge Orlando Castellanos.

Agregó Hurtado que personal de la Administración lleva a cabo la caracterización de los hogares afectados y los trámites necesarios para brindarle el servicio funerario al hombre fallecido. “Ya el personal pertinente está en la zona para determinar qué tipo de obras se deben llevar a cabo para mitigar el riesgo en el sector. Desde el mediodía (ayer) se llevará a cabo un Consejo Extraordinario de Gestión del Riesgo”, puntualizó.

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La tragedia del 2007

El 26 de abril de 2007 una casa situada en la parte alta de la montaña se desprendió y cayó sobre el barrio Combeima. La emergencia dejó tres personas muertas y decenas de damnificados.

Los bomberos acudieron rápido al lugar y rescataron el cuerpo del fallecido. Luego, la Fiscalía efectuó el levantamiento.

Las vidas no se recuperan

César Gutiérrez, secretario de Gestión del Riesgo, reiteró el llamado a proteger la vida. “Debemos convivir con la naturaleza. Las lluvias completan ya casi seis meses y los suelos están recargados. A veces nos confiamos. Por ejemplo, el martes salió el sol y pensamos que las lluvias habían pasado y no es así. La precipitación que causó la tragedia fue corta, pero muy intensa. Una emergencia así puede ocurrir en cualquier parte de la ciudad. La recomendación es que las personas que viven en zonas de laderas, cerca a ríos y quebradas estén muy atentos. Recuerden que lo material se puede recuperar, las vidas no”, refirió el funcionario.

Las autoridades cerraron de manera temporal el corredor que conduce a los barrios del sur, incluida la cuesta de Chapinero. Se estableció un contraflujo en la avenida principal.

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Estado de la Clínica Tolima

La Clínica Tolima emitió un comunicado ayer en la tarde. Confirmó que en zonas aledañas a la entidad se registraron dos deslizamientos, pero se logró determinar que “la infraestructura no se encuentra afectada, y nos encontramos en buenas condiciones para continuar prestando servicios”.

La institución precisó que funcionarios de las secretarías de Ambiente y Gestión del Riesgo, de Infraestructura; Cortolima, Ibal, Defensa Civil y Bomberos Oficiales, inspeccionaron las condiciones del terreno para determinar posibles riesgos.

Las lluvias habrían saturado de agua la montaña y tierra, plantas de guadua y rocas se desprendieron.

Otras emergencias en Ibagué

En Santa Cruz. Mayra Lorena Másmela, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Santa Cruz, le hace un llamado a la Administración para que canalice la quebrada El Pañuelo, que hace unos años causó una emergencia en la comuna Dos. “Cuando llueve, es angustiante la cantidad de agua que baja por acá. Necesitamos también que vengan y retiren tierra y demás desechos vegetales porque en medio de un aguacero puede ocurrir algo grave”, dijo la líder.

En Timaká. Residentes de las torres del barrio Timaká – Dorado, sector El Salado, contaron que el miércoles amanecieron inundados de aguas negras.

“Es una emergencia, las personas están vomitando del desespero y el mal olor. Los bomberos vinieron, pero se fueron porque es el Ibal el que debe dar solución. Los apartamentos se llenaron de excrementos, por las aguas negras”, expresó Johana Fonseca.

En la Martinica parte baja. Más de 2.500 familias del sector Rincón de Las Palomas, en la vereda Martinica, completan varios días sin agua debido a que una creciente se llevó los tanques de donde se abastecen las familias. La comunidad añadió que las lluvias también han acabado con los caminos y puentes que ellos mismos habían hecho. Aseguran “que se sienten olvidados”.

La cifra

25 mil viviendas en Ibagué, según la Alcaldía, están en zona de riesgo. El llamado es a que los ciudadanos cuiden la vida de sus familias.