El atentado que dejó nueve militares muertos en el Catatumbo fue ordenado desde el máximo nivel de mando de la guerrilla del Eln. Según fuentes de inteligencia del Ejército, por los menos tres comandantes guerrilleros participaron en la ideación y ejecución de ese plan que violó las normas del Derecho Internacional Humanitario y atacó a una tropa mientras la mitad de sus integrantes dormía.

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Al frente del atentado, y como máximo líder del Frente de Guerra Nororiental del Eln, estuvo Robinsón Navarro Flórez, alias ‘Alfred’ o ‘Francisco’, un hombre con un vasto prontuario criminal que actualmente tiene 31 procesos judiciales vigentes y una orden de captura por homicidio.

En 2022, mientras el país atravesaba por una escalada violenta de los grupos armados en varias zonas del país, el gobierno de Iván Duque lo señaló de ser uno de los principales responsables y lo ubicó en el cartel de los más buscados con una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos.

Guiado por sus órdenes, el comandante en jefe del frente Camilo Torres, conocido con el alias de ‘David’, habría contactado al cabecilla del Catatumbo Alonso Contreras Ramírez, alias ‘Fercho’, para que ejecutara el plan contra un grupo de soldados que protegían el oleoducto Caño Limón Coveñas, la estructura más atacada por ese grupo armado en Arauca.

Con esa orden, los hombres del ‘Camilo Torres’ –cuyas tropas alcanzan alrededor de 80 hombres armados en la selva– instalaron ocho tubos de explosivos que fueron disparados al mismo tiempo para dejar a la tropa sin margen de acción. “Esas órdenes habrían sido enviadas directamente desde el comando central del Eln”, dijo inteligencia.

El ataque fue tal, que ni los soldados que estaban en ese territorio, ni otro grupo de soldados profesionales que había unos kilómetros más arriba alcanzaron a reaccionar.

“No hubo nada que hacer. Eso estaba muy planeado y atacaron en un momento de indefensión”, dijo otra fuente.

El ataque con explosivos dejó 9 soldados heridos y 9 más muertos que este viernes aún continuaban en poder de Medicina Legal.

Por esos hechos aún no se descartan investigaciones por posibles errores en la protección de esos soldados que prestaban servicio profesional. De hecho, el comandante de las Fuerzas Militares, General Helder Giraldo, ha tenido que salir a dar explicaciones por la presencia de esos soldados que apenas prestaban su servicio militar en una zona de alto riesgo.

Pese a que él ha insistido en que los militares estaban protegiendo zonas que no se consideran “rojas”, un audio de una de las víctimas sugiere que el Ejército estaba advertido de posibles atentados del Eln en esa zona.

“La vaina está mala, está caliente. El Eln está bravo. Hoy nos dieron información de que hay 14 bandidos en el monte armados y dos camiones. Y que querían atacar la unidad que estaba acá, la única que somos nosotros”, se le escuchó decir a uno de los soldados que tenía apenas 19 años de edad para el momento de su muerte.

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Dada la gravedad de los hechos, el presidente Gustavo Petro abrió la posibilidad de que se suspenda la mesa de negociación y solicitó a una reunión urgente con su delegación de negociadores que tendrá lugar ese viernes.

Mientras el Gobierno intenta apagar ese “incendio” el Eln sigue con una actitud hostil y sin explicar el atentado en Catatumbo.

Su máximo comandante, Antonio Nariño, trinó que “el Eln tiene derecho a responder a los ataques” y que el presidente también debía analizar los ataques del Ejército a esa guerrilla.