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Mientras el Valle de Aburrá padezca altas temperaturas, será más probable que ocurran incidentes con abejas. Así lo comprobaron decenas de personas este lunes en el municipio de La Estrella, Antioquia, que se llevaron el susto de sus vidas y gracias al oportuno llamado de las autoridades se libraron de lo que pudo ser una emergencia mayor. Recientemente, 200.000 abejas murieron en vereda de Pereira por uso de fertilizantes para plantas.
El hecho ocurrió cerca a la estación del metro La Estrella, cerca de las 4:00 p.m. de este lunes. Nueve bomberos atendieron la situación y al llegar encontraron un ataque masivo de abejas y a varias personas lesionadas con picaduras que requirieron atención médica. Dos de ellas tuvieron que quedar bajo observación por la cantidad de picaduras que recibieron.
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Según los bomberos, el llamado fue completamente oportuno porque lograron controlar la situación antes de que se saliera de las manos. Tras mitigar la emergencia, los bomberos permitieron a EPM que reanudara los trabajos que necesitaba hacer para reparar una novedad en un poste de energía, no sin antes recordarle las recomendaciones que debían seguir en caso de presentarse un nuevo incidente.
La disminución de las lluvias y la llegada del Fenómeno del Niño intensifican los episodios relacionados con abejas. Por eso, los organismos de emergencia reiteraron a la ciudadanía la importancia de estar atenta a recomendaciones básicas y prevenir emergencias, teniendo en cuenta que en la ciudad abundará el néctar y el polen, lo que genera una mayor reproducción de las abejas, que en sus desplazamientos para hacer enjambrazón pueden ingresar a viviendas o estar cerca de ellas.
Para evitar estos incidentes es fundamental evitar generarles ruidos, vibraciones, golpes u olores fuertes que las puedan incomodar y que desencadenen un ataque de abejas. Las abejas, mientras están en ese proceso de enjambrazón, no tienen un comportamiento defensivo; por el contrario, están concentradas en buscar un hábitat para establecer su nido y no tienen una condición de defensa.
Tampoco hay que asustarse cuando las vea y mucho menos verlas como enemigas. Ellas son las grandes aliadas y las necesitamos para existir. Según la ONU, 75 % de los cultivos alimentarios y 35 % de las tierras agrícolas del mundo dependen en cierta medida de la polinización que ellas ofrecen y que permite que las plantas, las flores y muchos alimentos se reproduzcan, se multipliquen.
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Si llegáramos a perderlas se dificultaría la producción de cultivos y sería más difícil producir alimentos, por lo que aumentaría el precio de la comida, lo que, al final del día y como siempre, afectaría sobre todo a las poblaciones más pobres, aumentando desigualdades sociales, tal como lo explicó Gustavo Valencia, líder de Educación del Parque de la Conservación al frente del convenio de Manejo y Conservación Integral de las Abejas en el Valle de Aburrá,
Se estima que una sola abeja visita hasta 7.000 flores en un día y se necesitan 4.000.000 de visitas para producir un litro de miel. La identificación a simple vista, si es abeja o avispa, es compleja para la comunidad y no todas las especies son peligrosas. Por eso, ante cualquier avistamiento de un enjambre se sugiere llamar a la línea única de emergencias 123. Nunca se deben atacar.
“La especie de mayor cuidado es la que conocemos como africanizada, que es la de la miel y una de sus características es que tiene franjas amarillas y negras. No todas las abejas y avispas tienen aguijón, no todas atacan de manera masiva como lo hace la africanizada. Cuando hacen la llamada a la línea 123 pueden remitir fotografías y eso nos permite identificar la especie y dar alguna recomendación o, si es necesario, hacer el despacho de las unidades de emergencias que atienden, de manera óptima, este tipo de casos”, concluyó el apicultor.
En la atención de este tipo de casos, en la ciudad se hace un trabajo articulado con el Dagrd y el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín, la Secretaría de Medio Ambiente y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
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