
El cruce de palabras entre el ministro Armando Benedetti y el pastor Alfredo Saade dejó frases que ya son tema de debate político en redes. Todo empezó porque Saade cuestionó la falta de garantías de seguridad, señalando que no le estaban cumpliendo con los esquemas necesarios para su protección.
La respuesta de Benedetti no se hizo esperar. Con su estilo directo, aseguró que lo que ocurre es que Saade hace exigencias como si estuviera hablando con a una agencia de alquiler de carros.
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“Me dijeron que se le iban a adjudicar unos carros, yo pregunté ayer que qué había pasado con el pastor Saade y me dijeron que el pide en la mañana como si eso fuera una especie de agencia de alquiler de carros. Eso me dijeron de la UNP, entonces que no podía mandarle un carro de un momento a otro, eso tiene que tener una planificación y demás”, dijo.




El ministro fue más allá y lanzó una frase con una pulla a la mano derecha de Gustavo Petro. “Si es así, díganle que, si quiere, yo le pago el Uber”, concluyó el ministro del Interior.
El comentario desató críticas y burlas, pero también abrió la discusión sobre los esquemas de seguridad que el Estado debe garantizar a figuras políticas y sociales en medio del clima de tensión actual. Saade, por su parte, insiste en que no se trata de caprichos, sino de condiciones mínimas para ejercer su actividad sin poner en riesgo su vida.
Armando Benedetti había criticado a Álvaro Leyva
El presidente Gustavo Petro enfrenta un fuerte choque político tras las acusaciones de Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores, quien lo señaló de ausentarse en compromisos oficiales en Chile y de tener supuestos problemas con el alcohol y adicciones.
Petro rechazó de manera contundente esas afirmaciones, llamando a Leyva “hidalgo viejo y sobornado” y asegurando que su disciplina política y el afecto que lo rodea son prueba de que no tiene ninguna adicción.
Las declaraciones encendieron la indignación del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien calificó a Leyva de tener “demencia senil” y cuestionó la manera en que los medios amplifican sus ataques. Sin embargo, el conflicto no se limita a insultos personales: grabaciones filtradas apuntan a que Leyva habría buscado apoyo en Estados Unidos para impulsar un supuesto complot que pretendía desplazar a Petro y reemplazarlo por la vicepresidenta Francia Márquez, lo que ha avivado el debate sobre la estabilidad política del Gobierno.
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