Gran revuelo en el país ha tenido el caso de la pequeña bebé fallecida de tan solo siete meses de nacida en un motel de Valledupar, al parecer, por culpa de sus irresponsables padres, quienes por querer matar las ganas de su encuentro sentimental la dejaron descuidada en el parqueadero con el carro encendido e inhalando gases, que fue lo que le causó la muerte.

(Vea también: Sellaron motel donde murió bebé que fue dejada dentro de un carro por pareja)

Las autoridades identificaron a la madre del menor y a su acompañante, quienes responden a los nombres de María Camila Mengual Mojica, de 19 años, y Humberto Manuel Olivella Pineda, de 23 años. Los dos fueron encontrados en el cuarto también con señales de desmayo probablemente también por inhalación de gases y bajo los efectos del alcohol.

A ambos se les achaca la culpabilidad en la muerte de la menor, aunque eso deberá quedar certificado con el dictamen de Medicina Legal que salga sobre la necropcia que se le hizo a la bebé y las pruebas de consumo de alucinógenos que se les practicó a los adultos. 

Aunque por el momento no hay órdenes de captura, la Fiscalía ya adelanta las investigaciones y los dos jóvenes podrían enfrentar un proceso penal y una condena de varios años por el fallecimiento de la niña, así lo reveló El Tiempo que habló con el abogado Camilo Burbano, quien explicó en detalle a lo se exponen los adultos en este aberrante caso.

En este proceso se podrían estipular dos delitos. El primero, de acuerdo con el profesional en derecho, podría calificarse como homicidio culposo, “el cual se presenta cuando una persona causa la muerte de otra por una acción u omisión imprudente. Este delito tiene una pena de prisión de 2 años y 8 meses a 7 años y 6 meses. Sin embargo, si la conducta fue cometida bajo el influjo de una sustancia psicoactiva o alcohólica, la pena se agravaría, llegando 4 años en su mínimo y a 17 años y dos meses en su máximo”.

Lee También

El segundo correspondería a un homicidio doloso, pues según el jurista esta modalidad implica que el autor prevé como posible la conducta y deja su cometido librado al azar. En este caso, estaríamos frente a un delito agravado por el parentesco y por ser un menor de 14 años, por lo que la pena va de 40 a 50 años de prisión.