Carlos Hernán Rodríguez Becerra, quien fungió como concejal de Palmira, diputado a la Asamblea del Valle, defensor regional y auditor general fue elegido con 260 votos como el contralor general de la República para el periodo 2022-2026, en reemplazo de Carlos Felipe Córdoba Larrarte.

  • En Senado, de 108 congresistas votaron 105, tres se abstuvieron de votar, nueve votos en blanco y hubo un sufragio por María Fernanda Rangel.
  • Por su parte en la Cámara de Representantes de 181 votos posibles, Rodríguez Becerra obtuvo 166, 14 votaron en blanco y uno más por una de las candidatas.

Bajo su responsabilidad estará la vigilancia de más de 1.400 billones de pesos del presupuesto nacional durante el próximo cuatrienio y a su cargo estará este poderoso organismo de control con un presupuesto anual de 1 billón de pesos y con más de 6.000 empleados.

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Hacia las 9:30 am inició a la sesión de Congreso en pleno en la cual los 108 senadores y los 164 representantes a la Cámara depositaron el voto secreto en la urna y algunos lo anunciaron públicamente.

Esto luego de que el presidente del Senado, Roy Barreras, recordara que el voto secreto es un derecho de todos los ciudadanos incluyendo los congresistas, pero que está era renunciable, habilitando así la posibilidad de que cada congresista anunciara su voto público o lo mantuviera en secreto.

Sin embargo, la elección de Rodríguez Becerra apenas fue una formalidad, pues 24 horas antes los partidos tradicionales le retiraron el respaldo público que le habían dado a María Fernanda Rangel, apenas tres semanas atrás y anunciaron su voto por el candidato del Gobierno.

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Tres poderosas razones promovieron el cambio de posición. Se trata de los ministerios de Justicia y Vivienda entregados al Partido Liberal, Transporte al Partido Conservador y el de Tecnologías y Comunicaciones al Partido de la U.

El partido Centro Democrático, que en privado a través de algunos de sus congresistas como Enrique Cabrales le habían prometido su apoyo a Rangel, terminaron siendo la tercera colectividad en anunciar su apoyo a Rodríguez Becerra, después del Pacto Histórico y el Mira.

Todos en sus comunicados usaron el mérito como justificación para anunciar el respaldo al abogado vallecaucano.

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Rodríguez logró ubicarse en la primera posición luego que el pasado 4 de agosto, en la tercera conformación de la lista de elegibles, Barreras incluyera la realización de una nueva y extraña entrevista a los candidatos para de manera subjetiva calificarlos. Un procedimiento que no está contemplado en la ley.

Por ejemplo, el senador Alexánder López, mano derecha de la vicepresidente, Francia Márquez, y coterráneo de Rodríguez Becerra lo calificó con 100 puntos pero a Rangel sin ninguna explicación la calificó con cero.

Así las cosas, María Fernanda Rangel pasó del tercer al séptimo lugar y en cambio Rodríguez Becerra ascendió al primer puesto.

A partir de ahí inició una batalla titánica entre los partidos tradicionales y el gobierno que se extendió hasta la mañana del 17 de agosto.

Con Cambio Radical, el único partido que continuó apoyándola hasta la medianoche, Rangel prefirió dar un paso al costado y oficializó su renuncia mediante una comunicación que fue leída por la mesa directiva apenas inició la sesión.

Semanas atrás el mismo Barreras, según fuentes cercanas a Rangel, le había pedido que renunciara a su aspiración y en cambio le ofreció una embajada o consulado. Pero ella se mantuvo firme y no aceptó el ofrecimiento.

Así concluyó una de las elecciones a un alto cargo más cuestionadas, extensas y manipuladas, considera API, de la historia reciente.

Un proceso que inició en febrero pasado con la inscripción de 241 candidatos, la realización de un examen de conocimiento por parte de la Universidad Industrial de Santander, una entrevista de los preseleccionados ante los congresistas en marzo y luego unas inéditas medidas cautelares ordenadas por un magistrado que está siendo investigado por la Comisión de Disciplina Judicial y que terminó siendo la justificación para cambiar en tres oportunidades la lista de 10 elegibles.

Solamente tres congresistas hicieron público su voto y este fue por Carlos Hernán Rodríguez. Uno de ellos fue Piedad Correal representante a la Cámara del Partido Liberal.

Además, el senador Gustavo Bolívar del Pacto Histórico no anunció su voto si no que mostró la tarjeta marcada con voto en blanco. Por otro lado, otros dos legisladores se abstuvieron de votar y salieron del recinto.