Mientras algunos sectores de la sociedad en el Tolima le rehuyen al excongresista liberal Alberto Santofimio Botero, el exgobernador Óscar Barreto y algunos de sus más cercanos allegados han acudido al exministro, condenado por el asesinato de Luis Carlos Galán, para recibir orientación política.

Desde que un juzgado le otorgó la libertad condicional en 2020, Santofimio ha tenido esporádicas apariciones públicas, pero en las últimas semanas -en coincidencia con la temporada electoral-, se ha dejado ver con mayor frecuencia en eventos de carácter social y político.

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La semana pasada, por ejemplo, a muchos les causó extrañeza que el exsenador liberal haya hecho parte del selecto grupo de invitados a la apertura del Panóptico (ver foto), evento que fue presidido por el presidente Iván Duque y tuvo como anfitrión al alcalde Andrés Hurtado. De hecho, el jefe de Estado saludó a Santofimio, quien ocupó un asiento junto a congresistas y personalidades locales.

Según trascendió, la presencia del exministro incomodó a algunos de los asistentes al punto de que lo eludieron durante el cóctel y otros prefirieron marcharse del acto para evitar que los vincularan con Santofimio, señalado de haber liderado el ‘brazo político’ del capo Pablo Escobar y ser determinador del magnicidio de Galán Sarmiento.

El diario ibaguereño El Nuevo Día constató que Santofimio también se reunió hace poco con el exgobernador y senador electo Barreto. Se trató de un encuentro pendiente que surgió, al parecer, por invitación del exmandatario conservador, quien, poco antes del inicio oficial de la campaña electoral, buscó al expolítico liberal para pedirle recomendaciones.

En algunos medios y chats de WhatsApp circuló la respuesta de Santofimio: “Muy apreciado Óscar: Le agradezco su amable mensaje, así como la cordial invitación a reunirnos a conversar sobre la política, y la comprometedora solicitud, que me abruma, de darle recomendaciones, frente al desafío de su campaña al Senado de la República”.

Entre otras cosas, en el mensaje Santofimio lo alentó en su candidatura al Congreso; dijo ser promotor de las aspiraciones de auténticos tolimenses al Senado y habló de la necesidad de construir una gran coalición ciudadana, de cara a las elecciones regionales del próximo año, que combata la corrupción.

Suministradas / EL NUEVO DÍA.
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Finalmente, el encuentro se dio en los últimos días y también estuvieron presentes la representante y precandidata a la Gobernación Adriana Magali Matiz y el exalcalde de Ibagué Rubén Darío Rodríguez. 

“Zalamería con el corrupto”

Para el excandidato al Senado Guillermo Pérez, del Nuevo Liberalismo, Santofimio es el precursor de una escuela “detestable y vergonzosa” de hacer la política que permeó diferentes capas de la sociedad y organizaciones, incluyendo el partido Conservador, de ahí que “no constituya ninguna novedad que el ‘barretismo’ busque su orientación y apoyo”.

El columnista opinó que la aparición de Santofimio en eventos sociales y políticos denota un grado de descomposición moral y supone un mal mensaje para las nuevas generaciones, pues se trata de una persona que confesó estar aliado con la mafia como parte de un principio de oportunidad en un proceso penal.

“Una persona como Santofimio, que ha sido condenado por delitos muy graves, goza de impunidad social y política porque lo invitan a actos políticos, con el presidente y el alcalde, lo que es un mensaje equivocado para las generaciones actuales y futuras porque significa que aquí se puede cometer los delitos más perversos y al final no pasa nada porque todo se mira con relativismo moral”, dijo.

Y cuestionó: “En algunos sectores de Ibagué hay una hipocresía inmensa. Es lo que uno podría denominar la zalamería con el corrupto: se quejan de que las cosas están mal, pero cuando aparece el corrupto, le sonríen, le hacen venias. Algunos sectores de la sociedad de la clase media aspiracional de Ibagué que no tienen solvencia moral y solo buscan trepar”.

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“Pablo, mátalo”

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La historia de Santofimio en el proceso penal por el asesinato de Luis Carlos Galán inició en 2005, cuando fue detenido tras los señalamientos que en su contra hizo ‘Popeye’, el jefe de los sicarios de Pablo Escobar. Dos años después, en octubre de 2007, fue sentenciado a 24 años, fallo apelado por la defensa del excongresista tolimense.

La segunda instancia estuvo a su favor y en 2008 recobró su libertad, la cual duró hasta 2011 cuando fue recapturado tras la revisión que a la sentencia del Tribunal de Cundinamarca hizo la Corte Suprema de Justicia.

El máximo tribunal rechazó los señalamientos de la defensa de Santofimio y, sobre todo, el fallo del Tribunal de Cundinamarca en el que se manifestaba que se le debía restar credibilidad al testimonio de ‘Popeye’.

La Corte validó que ‘Popeye’ era uno de los hombres más importantes de la organización ilegal de Escobar Gaviria, a quien acompañó en las reuniones más importantes, principalmente aquellas en las que, junto con el llamado grupo de los ‘extraditables’, planearon sacar del camino a todas las personas contrarias a sus intereses.

En una de esas reuniones, llevada a cabo a finales de julio o principios de agosto de 1989 (la fecha no pudo ser precisada), Santofimio tuvo un diálogo extenso con Escobar, en el que le hizo ver el “peligro” que corrían si Galán era elegido presidente, algo que según el mismo exministro era lo más probable, basándose en las encuestas hechas en ese momento.

“Si Galán es presidente, te extradita, utiliza todo el poder del Estado para llegar a ti, esta vez te lo digo con todo el conocimiento de causa. Pablo, mátalo”. Esta frase, pronunciada por Santofimio, fue la sentencia de muerte de Galán.

Su libertad e indemnización

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En julio de 2018, se supo que Santofimio solicitó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que asumiera su caso a fin de que se le otorgara la libertad condicional y anticipada. Sin embargo, ese tribunal rechazó la petición al concluir que el crimen de Galán no ocurrió en medio del contexto del conflicto armado, como alegaba Santofimio.

En 2019, el Juzgado 16 de Ejecución de Penas le concedió la medida de prisión domiciliaria por buen comportamiento, trabajo y estudio dentro de la cárcel. Pero ese mismo despacho judicial le revocó ese beneficio por incumplir la obligación económica con las víctimas. 

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Santofimio abandonó la cárcel La Picota en marzo de 2020 por haber cumplido las tres quintas partes de la pena que le impusieron a 24 años por su responsabilidad en el asesinato del excandidato presidencial Luis Carlos Galán.

Santofimio indemnizó en septiembre de ese año a las víctimas del crimen con la entrega de un exclusivo apartamento ubicado en Bogotá. En concreto, el exsenador escrituró un suntuoso apartamento de $1.956 millones, ubicado en el Complejo Museo Chicó, a los hijos Luis Alfonso, Carlos Fernando, Claudio Mario y Juan Manuel Galán, así como a la viuda Gloria Pachón y la señora Olga María Ramírez, esposa del escolta que intentó frustrar el asesinato.