El Juzgado Séptimo de Control de Garantías envió a prisión a 11 personas señaladas de extorsionar en la cárcel Picaleña de Ibagué y otros centros carcelarios de Bogotá.

La delegada del ente acusador les imputó el delito de concierto para delinquir con fines de extorsión, los cuales no aceptaron.

En un operativo simultáneo, efectuado por el Gaula de la Policía en Bogotá, Armenia, El Espinal, Ibagué y Neiva, fueron capturados Herlinda Olarte Cárdenas, María Ester Forero Forero, Sandra Milena Medina Tapiero, Yerli Constanza Cachaya Quezada, Karol Nathalia Rodríguez Mahecha, Joana Martínez Bucheli, Milena del Carmen Vega Vanegas, Diana Rocío Baquero Rubiano, Rutby Yaneth Vergara Perdomo, César Estiven Mejía Mendoza y Diego Andrés Sinisterra Quiñones.

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Los hechos por los cuales fueron judicializados, sucedieron el 5 de julio de 2020, cuando según la denuncia de cinco personas, realizaron pagos por exigencias de carácter extorsivo a nombre de Néstor Fabián Cruz Morales, Valentina Carrillo Romero, Deicy Romero, Ana Dilia Caicedo y Claudia Patricia.

Según la Fiscalía, los detenidos registraban entradas y salidas desde los centros penitenciarios y carcelarios de Bogotá y el Coiba de Picaleña, en Ibagué, donde se logró comprobar la manera cómo se hicieron las llamadas extorsivas a personas ubicadas en Huila y el resto del país.

Asimismo, los miembros de ‘Los Legendarios’, como denominan las autoridades a esta organización delincuencial, utilizaban diferentes líneas telefónicas para la comisión de conductas punibles.

Algunas de ellas guardan relación entre sí con base en el análisis llevado a cabo a los giros efectuados y recibidos.

Los maleantes les indicaban a los afectados que consignaran y/o giraran grandes sumas de dinero a determinadas personas, para lo cual les entregaban nombres completos con sus apellidos y números de cédula.

Cada uno de los integrantes de la organización delincuencial desempeñaba un rol específico como el de autor, recolector o cuentahabiente (eran quienes se encargaban de cobrar los giros extorsivos). Asimismo, todos se dividían las tareas como parte de la labor delictiva y así se pudo comprobar que funcionaban como una empresa criminal.