El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves 4 de agosto que a partir de la fecha ese país entra en una emergencia sanitaria nacional por el brote de viruela del mono, pues actualmente se han registrado miles de contagios que por fortuna no han dejado fallecidos hasta el momento.

“Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel”, dijo el secretario de Salud de EE. UU., Xavier Becerra, en un diálogo con los medios.

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La declaración permitirá a las agencias nacionales acceder a fondos de emergencia y facilitará la gestión de vacunas y tratamientos para la enfermedad. También servirá para impulsar las labores de concientización que, según las autoridades, son esenciales para contener los contagios que avanzan con rapidez en todo el territorio estadounidense.

“Animamos a todos los estadounidenses a que se tomen en serio la viruela del mono y que se responsabilicen para ayudarnos a hacer frente a este virus”, agregó el secretario de Salud.

A comienzos de esta semana, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de respuesta ante la propagación de la viruela del mono, después de sufrir críticas por su lentitud a la hora de comprar vacunas y tratamientos.

Asimismo, las autoridades sanitarias anunciaron hace unos días que más de un millón de vacunas contra la enfermedad serían puestas a disposición de los diferentes estados, de las cuales ya se han entregado 600.000, según mencionó Becerra. Además, esperan recibir otras 150.000 dosis en septiembre, y vacunas adicionales en octubre y noviembre.

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Cabe destacar que el país registra actualmente más de 6.500 contagios de viruela del mono, una cifra muy superior a los 4.600 que se registraban la pasada semana.

La declaración de emergencia nacional también obligará a que los estados compartan información sanitaria sobre la viruela del mono con las autoridades federales, lo que agilizará la respuesta a la emergencia, explicó la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya decretó hace dos semanas una emergencia sanitaria internacional por el brote, después de que se hayan detectado más de 16.000 casos en 75 países, muchos de ellos europeos, y algunas muertes.