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El centro de La Paz vivió una intensa jornada, nuevamente, en una serie de manifestaciones de descontento por parte de sectores sindicalistas por la eliminación del subsidio al diésel y la gasolina este 30 de diciembre.
Las movilizaciones fueron encabezadas por la Central Obrera Boliviana y principalmente por mineros estatales, pero también por representantes de otros sectores como el de educación y organizaciones indígenas.
Se presentaron enfrentamientos en los alrededores de la Plaza Murillo, donde se encuentra la sede del gobierno y del Poder Legislativo. En esos lugares, los manifestantes lanzaron explosivos mientras la Policía respondió con gases lacrimógenos.
Los manifestantes intentaron acercarse a las sedes de poder, pero la Policía les cortó el paso. En la zona se desplegaron agentes antimotines que bloquearon el acceso a la Plaza Murillo con vallas metálicas.
Subsidio histórico a los combustibles
Las manifestaciones se producen en contra del Decreto 5503 del gobierno del centroderechista Rodrigo Paz. La medida eliminó la subvención de los combustibles, que llevaba vigente casi 20 años, y, con la entrada en vigor, se elevó hasta en 162% el precio del diésel.
La subvención al diésel y la gasolina había congelado por dos décadas los precios de los combustibles. El país los compraba a precios internacionales y los vendía internamente subsidiados, lo que llevó las finanzas del Estado a un déficit crítico.
El principal dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Andrés Paye, pidió al gobierno dar marcha atrás al Decreto 5503 y dijo que las medidas gubernamentales deberían beneficiar al “pueblo”. El líder sindical también aseguró que las protestas se mantendrán “firmes” a pesar de los festivos por año nuevo.
En la víspera, varios manifestantes iniciaron huelgas de hambre en las sedes de la Central Obrera Boliviana. La COB fue una aliada de los gobiernos de izquierda de Evo Morales y de Luis Arce durante 20 años, pero convocó el pasado 22 de diciembre una huelga general e indefinida contra las nuevas medidas de Paz.
El gobierno entrante asegura que era insostenible mantener la subvención a los combustibles y que esta nueva medida permite un ahorro diario al Estado. La eliminación del subsidio fue acompañada por otras medidas como el incremento del salario mínimo de 395 a 474 dólares.
La semana pasada, los líderes sindicales de la COB se reunieron con el presidente Paz, sin embargo no se logró ningún acuerdo ya que la central sindicalista pidió como condición que el Ejecutivo de Paz retire la medida que elimina la subvención, algo a lo que el gobierno se niega rotundamente.
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Con EFE y medios internacionales
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