Es una manifestación inesperada de un símbolo de Estados Unidos, que se expresa en la agitada campaña electoral por la presidencia de ese país, disputada por el republicano Donald Trump (actual presidente) y el demócrata Joe Biden, y que se dirimirá en las urnas el próximo 3 de noviembre.

La campaña está tan caldeada que hasta el expresidente Barack Obama ya manifestó su respaldo a Biden, con miras al último debate frente a Trump, que será este jueves.

El sorpresivo cambio en su logo tuvo que ser explicado por esa revista, para que los lectores entendieran la decisión que tomó (muy poco frecuente, casi inédita, en las publicaciones periódicas que tienen en su marca y logotipo uno de los factores más importantes de su patrimonio) y que se verá en la edición del 2 de noviembre.

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Ese día, en modo imperativo, Time le dirá a su audiencia ‘Vote’. Y la principal razón, según esa publicación, es que, en este año, que ha sido “de tanto dolor, dificultades, caos y pérdidas”, y cuando “las naciones de todo el mundo comienzan a reconstruirse después de la pandemia”, está claro que “tenemos una oportunidad única en la generación de cambiar nuestra actitud”.

Superpuesta a la palabra ‘Vote’, como es el estilo de diseño tradicional de esa revista, aparece en la portada una ilustración de Shepard Fairey, que explica así su obra: “Aunque el sujeto del retrato sabe que hay desafíos adicionales para la democracia durante una pandemia, la persona está decidida a usar su “voz y poder votando”.

“Nos encontramos en un momento raro, uno que separará la historia del antes y el después durante generaciones”, sigue en su explicación la revista. “Es el tipo de momento en el que los lectores de todo el país y del mundo siempre han recurrido a Time. Te damos las gracias por hacerlo ahora”.

Para los editores de Time, la decisión de reemplazar su logo por primera vez en casi cien años de historia, sirve para “marcar este momento histórico, posiblemente una decisión tan trascendental como la que cualquiera de nosotros haya tomado en las urnas”.

“El 3 de noviembre (o, con suerte, poco después), finalmente obtendremos una respuesta a la pregunta de qué han significado estos últimos cuatro años desconcertantes”, escribe Molly Ball, corresponsal política nacional de Time, citada en el texto de explicación. “Es una decisión no sobre qué propuestas políticas seguir, sino sobre qué realidad decidimos habitar colectivamente”.

Pocos eventos darán forma al mundo venidero más que el resultado de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Mientras los estadounidenses deciden si es hora de utilizar nuestro propio botón de reinicio, este número incluye un informe especial sobre los últimos días de la campaña 2020”, dice en otro de sus apartes la explicación.