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El presidente Trump afirmó que la cumbre de la OTAN que cerró este miércoles en La Haya con una decisión de elevar en forma drástica los gastos militares, fue ‘fantástica’ y un ‘gran éxito’. En su declaración final, los 32 Estados miembros de la Alianza Atlántica acordaron incrementar su gasto en defensa hasta un 5% de sus respectivos PIB nacionales de aquí a 2035.
El incremento del 5% del PIB en gasto milirar es ambicioso e histórico, y obligará a los miembros europeos de la Alianza y a Canadá a gastar mucho más en su seguridad y a multiplicar capacidades, cadencias de fabricación y compras de armamento. El objetivo hasta ahora era un 2%, un umbral alcanzado el año pasado por 22 de los países miembros.
En su formulación, la declaración final esquivó las reticencias de España, que afirma haber pactado con la OTAN invertir un 2,1% de su PIB en Defensa y se ganó por ello una reprimenda de Trump.
Rusia, una amenaza a largo plazo
El texto consensuado alega la “amenaza a largo plazo planteada por Rusia a la seguridad euroatlántica y la amenaza persistente del terrorismo”. Y reafirma su compromiso de “ofrecer apoyo a Ucrania, cuya seguridad contribuye a la nuestra”.




Conforme a lo adelantado por fuentes diplomáticas, el texto final fue breve -5 puntos, que no los 38 del año pasado en la cumbre de Washington- y escueto, sin mención, como en otras ediciones, a los desafíos planteados por China, Irán y Corea del Norte, ni promesas sobre la lucha contra el cambio climático y la promoción de la igualdad de género.
Estados Unidos aportó el año pasado un 62% del presupuesto total de Defensa de la Alianza, al tiempo que Canadá y Europa aumentaron un 19% su inversión.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump endureció la exigencia de administraciones previas de pedir más inversión militar a sus socios.
Y amenazó con reducir sensiblemente el paraguas de seguridad que Washington ha brindado a Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo del 5%, para el año 2035, es la suma de dos componentes.
El primero es un mínimo de 3,5% de gasto militar en sentido estricto (salarios, pensiones, operaciones, adquisición de equipamiento, tareas de mantenimiento). Cada país deberá informar cada año de cómo está haciendo para alcanzar ese nivel.
A ese porcentaje se sumará un 1,5% de inversión en ámbitos más amplios como infraestructuras, innovación y protección de fronteras, de utilidad tanto civil como militar.
El comunicado final puntualizó que en el cálculo de gasto militar se incluirán “las contribuciones directas a la defensa de Ucrania”.
En 2029 se efectuará además una revisión global de este mecanismo de inversión, atendiendo al panorama estratégico.
“Es una gran victoria para todos. Creo que en breve estaremos todos más igualados, y es así como debe ser”, dijo el mandatario estadounidense antes de la reunión de trabajo que puso fin a dos días de cumbre.
Flexibilidad para España
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, asegura sin embargo que negoció con Rutte una fórmula flexible sobre el gasto militar de Madrid, que aumentaría hasta un 2,1% del PIB nacional. Un razonamiento que tuvo eco en otros dos países, Bélgica y Eslovaquia.
Según Sánchez, dicho nivel de gasto es suficiente para que España cumpla con el aporte necesario de capacidades a la alianza, y un 5% sería “desproporcionado” y susceptible de amenazar el modelo social y obligar a subidas de impuestos.
Trump criticó el martes la posición española, y afirmó que es “injusta” para el resto de la OTAN y representa un “problema”.
Rutte insistió esta semana en que el acuerdo del 5% no incluye una cláusula de excepción, y que los países de la alianza estarán todos comprometidos con el aumento de gastos.
Todo por agradar a Trump
Los organizadores planearon la cumbre al milímetro para agradar a Trump y evitar un exabrupto de su parte que pudiera hacer saltar por los aires la cumbre.
En ese sentido, el formato fue reducido respecto a otros años, se redujo el rol del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la cumbre, y Rutte se deshizo cada vez que pudo en elogios para con Trump, que tuvo el honor de pernoctar en un palacio de la familia real en La Haya.
A pesar de todos estos cuidados, Trump sembró el martes la ambigüedad sobre el famoso artículo 5 del tratado constitutivo de la OTAN, relativo a la ayuda recíproca en caso de ataque a un país miembro.
“Hay muchas definiciones del artículo 5”, dijo el mandatario, diciéndose no obstante comprometido a ser “amigo” de los socios de la alianza.
El comunicado final respondió a esa inquietud, proclamando su “inquebrantable compromiso con la defensa colectiva, tal como queda consagrada en el Artículo 5 del Tratado de Washington: un ataque a uno es un ataque a todos”.
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