Y lo tuvo que hacer a distancia, porque las autoridades venezolanas le niegan a esa agencia de las Naciones Unidas el acceso al país.

El alto comisionado de ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, recomendó este viernes que la CPI “se implique” en el caso de los graves abusos cometidos en Venezuela por la “impunidad generalizada” y la inacción del Estado.

“Dado que el Estado parece no tener la capacidad ni la voluntad de enjuiciar a los responsables de las graves violaciones de los derechos humanos, existen sólidas razones para considerar una mayor implicación de la Corte Penal Internacional en esta materia”, afirmó Zeid en un comunicado.

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Concretamente, el informe documenta las presuntas ejecuciones sumarias perpetradas en el curso de operaciones de lucha contra el crimen organizado denominadas Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), entre 2015 y 2017, y Operaciones Humanitarias de Liberación del Pueblo a partir de 2017.

La Fiscalía General registró 505 muertes a manos de las fuerzas de seguridad durante las OLP que, según las fuentes de la Oficina, seguían el mismo patrón: incursiones en los barrios pobres con el fin de detener a los “criminales” sin orden judicial y manipulación del lugar de los hechos para simular enfrentamientos y poder afirmar que las muertes fueron el resultado de intercambios de disparos.

La Fiscalía inició 373 investigaciones de agentes, pero a día de hoy no hay información sobre ninguna de estas.

Asimismo, el informe documenta la muerte sin investigación de 43 reclusos en una cárcel del Amazonas.

El informe denuncia también la aparente “impunidad generalizada en beneficio de las fuerzas de seguridad presuntamente responsables de la muerte de al menos 46 personas durante las protestas de 2017”.

De las 54 órdenes de detención cursadas por la anterior Fiscal General contra agentes de las fuerzas del orden por esos hechos, solo hay conocimiento del inicio de un juicio formal.

Según las informaciones recabadas, al menos 280 personas han sido “arbitrariamente privadas de libertad por expresar sus opiniones políticas, por ejercer sus derechos o por ser consideradas una amenaza al Gobierno”.

Además, el informe documenta unos 90 casos de personas detenidas que fueron sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes desde 2014, lo que “en muchos casos puede llegar a constituir tortura”.

“El hecho de no haber responsabilizado a las fuerzas de seguridad por las violaciones tan graves de derechos humanos que se han perpetrado, sugiere que el Estado de Derecho está prácticamente ausente en Venezuela”, aseguró Zeid.

“Desde hace años se vienen menoscabando las salvaguardas y los equilibrios institucionales, así como el espacio democrático en Venezuela, lo que deja un escaso margen para hacer rendir cuentas al Estado. La impunidad debe terminar”, agregó el responsable.

Acusa a Venezuela de ignorar pobreza extrema

La Oficina también denunció que el gobierno de Venezuela ignora la magnitud de la “crisis alimentaria” en el país, donde la mayoría sufre “pobreza extrema”.

“El Gobierno se ha negado a reconocer la magnitud de la crisis alimentaria del país. La información disponible da cuenta de un rápido incremento de la desnutrición infantil”, afirma la Oficina en un comunicado tras publicar un extenso informe sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en el país andino.

Según cifras citadas en el informe, el 87 por ciento de la población de Venezuela está afectada por la pobreza, y el 61,2 por ciento se encuentra en situación de pobreza extrema.