Así lo confirmó este lunes la Comisión Nacional de Sanidad del país asiático en un escueto comunicado publicado en su página web, donde solamente indica que los técnicos de la OMS llegarán el próximo 14 de enero a China, y que “cooperarán” con científicos locales en dichas pesquisas.

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La Comisión no especifica los lugares a los que se desplazarán los expertos, cuya posible llegada a China causó polémica en las últimas semanas después de que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmase estar “muy decepcionado” por las trabas que Pekín estaba poniendo a la misión, aunque las autoridades chinas negaron estar poniendo impedimentos.

Varios integrantes del equipo habían comenzado sus viajes a China en los primeros días del año, pero Tedros lamentó que Pekín no había “finalizado los permisos necesarios” para su acceso al país asiático, que registró el primer brote a nivel mundial de la COVID-19 en la ciudad centro-oriental de Wuhan durante las últimas jornadas de diciembre de 2019.

Los científicos que no pudieron acceder a China (país que la semana pasada se sumó a la ola global de confinamientos) regresaron a sus países de origen hasta que se resolviera la situación.

En respuesta, una portavoz de la cancillería china calificó la situación de “malentendido” al asegurar la semana pasada que “nunca ha habido ningún problema en la cooperación” con la OMS y que la organización sabía “perfectamente” que no se trataba solamente de “un problema de visados”, a lo que añadió que ambas partes seguían preparando la visita y negociando sus fechas.

El etíope había elogiado continuamente a Pekín por su colaboración en la pandemia a lo largo de 2020, algo que le valió duras críticas en Occidente, especialmente por parte de Estados Unidos, cuyo Gobierno ha acusado repetidamente a China de ser la culpable de la propagación mundial del coronavirus.

¿Cómo será la visita de la OMS a China en busca del origen del COVID-19?

Esta misión, “prioritaria” para la OMS, estaría formada por científicos de diversas organizaciones internacionales provenientes de EE. UU., Japón, Rusia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Vietnam, Alemania y Catar.

El objetivo es encontrar el posible origen animal del SARS-CoV-2 y sus canales de transmisión al ser humano; pese a que la teoría inicial es que se propagó a través de un mercado de productos frescos y animales en Wuhan, la prensa oficial china ha impulsado en los últimos meses una narrativa alternativa que asegura que ese brote se podría deber a alimentos congelados procedentes de otros países.

Aunque expertos de la OMS ya visitaron China con este propósito en febrero y julio del año pasado -sin que trascendieran demasiados detalles-, la organización de esta misión se ha demorado durante meses y ha estado rodeada de secretismo, tanto por parte de ese organismo como de las autoridades chinas.