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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 12, 2025 - 5:35 pm
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La Administración Trump había sancionado en julio al juez instructor del caso por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro. Washington lo acusó de usar su cargo para autorizar detenciones preventivas arbitrarias y reprimir la libertad de expresión en Brasil.

La medida conllevó el congelamiento de todos los bienes y activos que el juez pudiera tener en el país norteamericano.

Ahora Trump levantó no solo las sanciones contra el magistrado del máximo tribunal de Brasil, sino también las que recaían contra su esposa y el Instituto Lex, que ella dirige, según documentos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro. 

Esta decisión representa algo más que una buena noticia para De Moraes, es una suerte de distensión en la punzante relación entre los gobiernos de Washington y Brasilia y se produce tras varias reuniones y llamadas entre sus líderes que ambos han calificado de positivas. 

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Una de estas llamadas entre Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva se produjo el fin de semana y llegó después de que el 20 de noviembre el republicano firmara una orden ejecutiva en la que eximía a un amplio catálogo de productos brasileños de los aranceles del 40% que había impuesto en julio. 

Entonces, Trump sostuvo que Brasil impulsaba una “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, condenado por intento de golpe de Estado, entre otros cargos por los que cumple prisión en su domiciliaria. En noviembre, al suspender parcialmente esos aranceles a Brasilia, Trump no mencionó a su aliado de ultraderecha.

Trump ha considerado a Bolsonaro, predecesor de Lula, un aliado, e incluso llegó a apodar al líder brasileño el “Trump del Trópico” cuando asumió el cargo.

En tanto, un alto funcionario de la administración Trump afirmó que las sanciones se levantaron debido a que Estados Unidos consideró la aprobación de un importante proyecto de ley de amnistía por parte de la Cámara de Diputados de Brasil como una señal de que las condiciones de la guerra jurídica en Brasil están mejorando. 

El funcionario habló bajo condición de anonimato para poder comentar la opinión de la administración sobre los intereses de política exterior. 

Al sancionar inicialmente a De Moraes, el Departamento del Tesoro citó la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad en Derechos Humanos, que se aplica a los autores de abusos contra los derechos humanos y a los funcionarios corruptos. De Moraes afirmó que el uso de la ley en su contra era “ilegal y lamentable”.

“Una victoria”, la lectura de Brasilia

La ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, tachó de “gran victoria de Brasil” la decisión de EE. UU. de quitar el nombre del magistrado de la lista de violadores de derechos humanos prevista en la Ley Magnitsky.

“Fue Lula quien puso esta derogación sobre la mesa de Donald Trump, en un diálogo digno y soberano”, declaró  la extitular del Partido de los Trabajadores (PT) y una de las integrantes del círculo más cercano al mandatario brasileño.

A su vez, Hoffmann interpretó la medida como una “gran derrota para la familia de Jair Bolsonaro” a quienes tildó de “traidores que han conspirado contra Brasil y el poder judicial”.

Bolsonaro fue acusado de orquestar un complot para mantenerse en el poder a pesar de su derrota electoral de 2022 ante el actual presidente Lula da Silva, cargos similares a los que enfrentó Trump después de que una turba de sus partidarios atacara el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 para impedir que el demócrata Joe Biden llegara a la Casa Blanca.

Bolsonaro fue declarado culpable y condenado a más de 27 años de prisión.

El exmilitar de 70 años comenzó a cumplir su condena el mes pasado, mientras seguía solicitando arresto domiciliario debido a su mal estado de salud. 

La enorme conmoción que sus aliados esperaban tras su arresto no se materializó, aunque sigue siendo una figura políticamente poderosa de cara a las elecciones del próximo año. 

La familia Bolsonaro recibe “con pesar” la decisión de Trump

Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente y legislador que dejó su cargo para instalarse en marzo en EE. UU. desde el regreso de Trump, afirmó haber recibido la noticia del levantamiento de las sanciones por parte de De Moraes “con pesar”. 

El hijo de Bolsonaro, quien dijo estar en EE. UU. para presionar al gobierno de Trump y ayudar a su padre a evitar la cárcel, afirmó que seguirá luchando por él.

“La falta de cohesión interna y el insuficiente apoyo a las iniciativas en el extranjero contribuyeron al empeoramiento de la situación actual”, escribió Eduardo Bolsonaro en sus redes sociales tras el cambio de postura de Trump. “Esperamos sinceramente que la decisión del presidente Donald Trump tenga éxito en la defensa de los intereses estratégicos del pueblo estadounidense, como es su deber”.

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¿Recomposición total entre Washington y Brasilia?

El consultor político Thomas Traumann, autor de un libro reciente sobre las divisiones políticas de Brasil, afirmó que la medida demuestra que “el gobierno estadounidense desea una relación normal con el de Brasil, a pesar de ser una administración de izquierda”.

“Trump eliminó casi todos los aranceles que había aumentado, dejó de hablar de política con Lula; ahora todo se centra en la seguridad y el comercio, y logró que el gobierno brasileño se mantuviera relativamente neutral en otros asuntos latinoamericanos, especialmente en Venezuela”, declaró Traumann.

“Este es un proceso para demostrar que Brasil necesita un trato diferente en la región”, agregó.

Los dos líderes comenzaron a mejorar sus relaciones en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, a lo que siguió su primera reunión privada en Malasia en octubre y posteriores conversaciones telefónicas.

El presidente brasileño ha declarado que no solo busca revertir el aumento de aranceles, sino también levantar las sanciones a De Moraes y a algunos miembros de su gobierno que también se vieron afectados por la medida.

Por otra parte, Lula ha instado a los países latinoamericanos a ayudar a evitar un conflicto en Venezuela, mientras la administración Trump ordena el despliegue militar.

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Con AP, EFE y medios locales

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