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En las últimas horas, se confirmó el fallecimiento de Dickson Ndiema Marangach, el presunto feminicida de la atleta Rebecca Cheptegei, a quien le tendió una emboscada cuando regresaba a casa de la iglesia, rociándola con gasolina y luego prendiéndole fuego.
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Maranganch, con quien la atleta tenía una relación sentimental y del que había tomado distancia hace tiempo, falleció 5 días después del hecho en el hospital Moi de Eldoreten el noroeste de Kenia.
Según la agencia AFP: “Marangach, a quien la policía keniana presentó como la pareja de la atleta, sufrió heridas en el 30% de su cuerpo, el día del ataque, convirtiéndose en un caso emblemático de la violencia de género”.
Las investigaciones preliminares de la Policía apuntan a que Maranganch roció a Cheptegei con un bidón lleno de cinco litros de gasolina y le prendió fuego tras una disputa en la casa de la deportista en el Trans-Nzoia, en el oeste de Kenia.
Como consecuencia, la atleta sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo, que afectaron sus órganos vitales.
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Según la familia de la fallecida, este trágico caso se hubiera evitado si la policía hubiera actuado a tiempo contra el presunto maltratador de Rebeca.
El padre de la deportista reveló que: “las agencias gubernamentales nos han fallado, porque informamos con suficiente antelación sobre su seguridad, ya que este hombre solía seguirla incluso hasta Uganda, pero no actuaron con rapidez. Era evidente que su vida estaba en peligro”.
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