El dictamen, que revisa la primera autopsia oficial, indica que el cuerpo de la joven de 18 años “presentaba signos de violencia sexual” y que falleció “antes de que su cuerpo fuera introducido o arrojado” al tanque de agua de un motel, donde fue hallado el pasado 19 de abril, según precisa el diario español El País, que tuvo acceso al documento.

“Se trata de una muerte violenta homicida”, indica el informe citado por el diario.

El informe detalla que el cuerpo de Debanhi “presenta huellas de una relación sexual vaginal, violenta y reciente” y que esto “se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas” en la zona exterior de los genitales, refiere la nota periodística.

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El reporte coincide con la primera autopsia en que la causa de la muerte fue una “hemorragia intercraneal”, pero detalla que la joven presenta varias lesiones en la cabeza y no solo una como parece sugerir el informe oficial, destaca el diario.

“Las contusiones craneofaciales son de origen externo al cuerpo y por ser intensas, repetidas y con diferentes ángulos de impacto, se deduce que fueron causadas por otra persona y que se trata de una muerte violenta homicida”, detalla el reporte citado por El País.

El artículo indica que la fiscalía del estado de Nuevo León recibió el informe forense independiente el pasado 2 de mayo.

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La muerte de Debanhi ya se investiga como delito de feminicidio, tras registrarse originalmente como desaparición, y se trabaja para homologar “una sola opinión final” basada en las dos necropsias, informó la mañana del jueves el subsecretario de Seguridad Pública de México, Ricardo Mejía.

En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo estar dispuesto a reunirse con el padre de Debanhi, Mario Escobar, durante la visita que realizará a Monterrey este viernes.

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El caso, ocurrido en Monterrey, desató un interés inusitado en México, donde la crisis de los feminicidios se remonta a los años 1990 y golpea especialmente a mujeres pobres.

La muerte de Debanhi, una universitaria de clase media, acercó esta experiencia a sectores sociales más favorecidos, generando un mayor impacto y presión social, pero también una banalización del caso por parte de los medios, opinan expertos consultados por la AFP.