En septiembre deberíamos saber si tenemos o no una vacuna efectiva”, dijo a la BBC el director ejecutivo de la compañía, Pascal Soriot. 

La Universidad de Oxford, cuyo proyecto está financiado por el gobierno británico, se ha asociado con esta empresa farmacéutica para fabricar y distribuir en todo el mundo la vacuna que está desarrollando

Los ensayos clínicos con humanos comenzaron a finales de abril en el Reino Unido y empezarán este mes en Brasil, que es ahora “el epicentro de la epidemia”, dijo Soriot.

Para ganar tiempo, se decidió no esperar a los resultados antes de comenzar la producción

“Estamos empezando a producir esta vacuna ahora, tiene que estar lista para cuando tengamos los resultados”, aseguró Soriot. 

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Esta estrategia representa un “riesgo financiero” pero “es la única manera de tener una vacuna disponible” rápidamente en cuanto se confirme su eficacia, añadió. 

AstraZeneca firmó acuerdos para establecer cadenas de suministro paralelas, entre ellas una con el Instituto Serum de la India para la entrega de mil millones de dosis a los países de ingresos medios y bajos, a fin de duplicar la capacidad de producción hasta los dos mil millones de dosis. 

El jueves, el grupo anunció un acuerdo de 750 millones de dólares con dos organizaciones internacionales especializadas, CEPI y GAVI, para la fabricación y distribución de 300 millones de dosis, con entrega a partir de finales de año.  

Un total de 10 proyectos de vacunas contra el COVID-19 han alcanzado la fase de ensayos clínicos en todo el mundo.